El desafío de una educación solidaria

68 actas del viii congreso católicos y vida pública ¿Cómo habría, según esto, que educar a la mujer? No según su identidad, que no la tiene, sino en la libertad absoluta, sin verdad: Que decida, que sea valiente y cree nuevos valores, que enfrente, que destruya y construya. Pero, ¿puede estar entre sus decisiones, el ser madre y cuidar del hogar? Oigamos a Simone de Beauvoir, defensora de la libertad absoluta: “No, no creemos que ninguna mujer debería tener esa opción. Ninguna mujer debería estar autorizada a quedarse en casa a criar a sus hijos… porque si tiene esa opción, demasiadas mujeres la elegirían” 1 . Así respondió a la pregunta de otra feminista, Betty Friedan, en una célebre entrevista. Pero, en fin, Simone de Beauvoir y el feminismo radical niegan la esencia de mujer. B: “Eres mujer”, dicen otros. Tienes una naturaleza, una esencia: sexo débil, maternidad, sumisión al varón, ama de casa... La educación de la mujer, según esta identidad, consistiría en promover su “naturaleza” y valores “femeninos”, enseñando las labores propias del hogar. La esfera pública no sería adecuada a su naturaleza. Esta forma de pensar y esta actitud, consideradas hoy machistas, han sido predominantes en la historia y todavía lo son en muchos lugares del mundo. Han generado, como contrapartida, el feminismo, y el feminismo radical mencionado, que niegan la esencia. Esa actitud, así de extrema, hoy no se da en el ámbito intelectual. C: “Eres mujer” , dicen también otros feminismos actuales e intelectuales importantes que defienden el “genio femenino”. ¿En qué consistiría este genio? En la maternidad, que no es debilidad, sumisión, genitalidad, encerramiento en el hogar; sino apertura, entrega, interioridad, serenidad, paz, creatividad, vida, libertad dentro de la naturaleza e identidad. “Eres mujer” y, por tanto, persona, igual que el varón, con la misma dignidad y derechos, pero “eres” mujer, no varón. ¿La educación, según este punto de partida? Desarrollar todos los valores de esa identidad, ninguno de los cuales niega la capacidad de trabajar en cualquier tipo de trabajo y aporta, además, eso que la 1 Entrevista de Betty Friedam a Simone de Beauvoir. “Sexo, sociedad y el dilema femenino. Revista The Saturday Review , 14-6-1975 , págs. 12-21. Citado por Hoff Sommers en su libro Who stole Feminism . Cf. https://www. lasinterferencias.com/category/betty-friedan/.

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