El desafío de una educación solidaria

75 el desafío de una educación solidaria hecho biológico, sino que comporta una riqueza de implicaciones… Llamando a la mujer a la maternidad, Dios le ha confiado de forma especial al ser humano. “Maternidad”, dice el papa, “ n o es sencillamente un hecho biológico” . Tenía razón Simone de Beauvoir cuando criticaba la etiqueta simplista de la mujer como “matriz”: El genio femenino no consiste solo en una matriz biológica, pero sí en “matriz” espiritual. En realidad es lo que la misma Simone de Beauvoir quería para la mujer: creatividad, trascenderse a sí misma. No reparó en que el amor es lo más creativo y trascendente, y no el individualismo del “yo” basado en la fuerza o el poder. El genio femenino es dar vida, biológica o espiritual. Su “genio” no es para ella, es para la humanidad. ¡Qué especial protagonismo tiene en la “conversión ecológica” que necesitamos! (Cf. Laudato si ). Una de las críticas hechas a Juan Pablo II tras la Mulieris Dignitatem era que parecía que el genio femenino excluía la racionalidad en favor de la compasión y la sensibilidad. Pues bien, teorías psicológicas actuales como las de la Inteligencia emocional (Goleman) y las Inteligencias múltiples (Koehlberg) confirman que la dimensión afectiva, relacional, compasiva, espiritual, religiosa, artística, concreta, es decir, todo eso que podemos englobar en el “cerebro femenino” —hemisferio derecho— es tan inteligencia como la capacidad calculadora y abstracta, propia del cerebro masculino—el izquierdo—. 7 Las “razones del corazón” son precisamente reivindicadas por muchas corrientes de la filosofía contemporánea frente a la razón ilustrada y positivista. Esta crítica a la razón, que en realidad es crítica a una razón estrecha, es indicio de que este es el momento, precisamente, de afirmar esa “razón amplia” que defendía Benedicto XVI, acorde con el “genio femenino”. En definitiva, afirmar su mayor sensibilidad no es negar la razón, sino ampliarla 8 . Son significativas, a este respecto, las investigaciones empíricas llevadas a cabo por Carol Gilligam, feminista, psicóloga y filósofa estadounidense, discípula de Koehlberg. Estas demuestran la diferencia 7 Cf. Importantes, claros y reveladores los estudios científicos de la bióloga Natalia López Moratalla: Cerebro de mujer, cerebro de varón. Rialp, 2007. 8 El periódico El País el de más tirada en España y de tendencia de izquierdas, publicaba el 10 de enero de 2012 un artículo sobre un estudio realizado en EE. UU. que demuestra que “hay una distancia de personalidad entre los dos sexos mayor de lo que se creía”. Se acentúa la sensibilidad en las mujeres pero, en general, no se puede decir que unos u otras sean más inteligentes. Hay, sí, distintas habilidades, por lo mismo que hay “inteligencias múltiples”.

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