El desafío de una educación solidaria

87 el desafío de una educación solidaria no luchemos, propongamos algo distinto: un nuevo feminismo, un “feminismo de la “diferencia”, de la “libertad”, un feminismo del “genio femenino” 25 . Sabiendo que “diferencia” no significa desigualdad, ni “libertad”, libertinaje. Un feminismo que defienda la igualdad de derechos y de oportunidades, que potencie la libertad en la verdad, en la identidad de la mujer, en la belleza y grandeza del ser femenino; que su servicio a la sociedad no se convierta en “servidumbre”, que sea valorada e igualmente el varón, con “su genio”. Porque eso significará que la sociedad ha logrado valorar lo que más vale, el amor solidario. ¿No es verdad que este nuevo feminismo es imprescindible para una educación y una sociedad solidarias? Caminemos, pues, hacia un cambio de época, una post- postmodernidad solidaria. Es posible si nos empeñamos y nos unimos en ello. La verdad es que estamos todos ya muy cansados de lo que hay. Como concluía el Vaticano II: “¡Es la hora de la mujer!”. 25 Algunas representantes: Hoff Sommers, Dale O’Leary, Luce Irigay, Carla Lonzi, Julia Kristeva, Victoria Sendón de León, Marina de la Torre… Aparisi, Hoff Sommers, Dale O’Leary, Elósegui, Burgraff, HHalan, Mary Anne Glendon… Con muchas diferencias, pero coinciden en la crítica a este feminismo hegemónico que pretende imponer valores machistas, defienden que “ser mujer es hermoso”, que pueda elegir ser madre, trabajar, cuidar los hijos, etc., a la vez que mantienen la defensa de la igualdad de derechos y oportunidades; la corresponsabilidad con el varón en todas las tareas.

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