Análisis de la situación de los adultos mayores en Puerto Rico

22 cuadernos de investigación social y económica pontificia universidad católica de puerto rico La inflación afecta a todas las personas en el país, pero particularmente a los adultos mayores que se han retirado. Las personas retiradas tienen, por lo general, unos ingresos fijos, es decir, que no se ajustan (o se ajustan muy lentamente) a los cambios en la inflación. Por tal motivo, son particularmente vulnerables a los efectos de este fenómeno económico, el cual reduce sustancialmente sus ingresos. La situación de las reformas de los sistemas de retiro o jubilación en el país es otra de las variables que pudiera afectar la situación de los adultos mayores en los próximos años. En una publicación reciente sobre la pobreza en Puerto Rico (Vera, 2013), se advertía sobre los posibles efectos negativos en la situación económica de los adultos mayores que pudieran provocar los cambios en los sistemas de retiro gubernamentales que se han aprobado recientemente. Estos, en conjunción con las reformas de los sistemas de pensiones de las empresas privadas, muchas de los cuales se dieron hace más de una década, pudieran tener el efecto de precarizar la situación de muchos adultos mayores puertorriqueños en un futuro cercano. Igualmente, hay que puntualizar que, por razón de la crisis económica y fiscal que vive el país, la “red de seguridad” ( safety net ) que proveían algunos programas estatales para los adultos mayores en situaciones de desventaja económica y social cada día está menos presente en la vida de las personas de mayor edad, debido a la reducción o eliminación de dichos programas de apoyo. Así pues, un estudio sobre los retirados en Puerto Rico llevado a cabo por el autor de esta investigación y varios colaboradores (Vera, Rosario, Pietri, & Ruiz, 2011) da cuenta de la complicada situación económica de un segmento de la población de adultos mayores en Puerto Rico, y de algunos de sus efectos en las vidas de los mismos. Los resultados del estudio revelaron que el 22 % de los participantes no tenía ahorros; el 16% no podría subsistir ni un mes con el dinero que tenía ahorrado y el 36% señaló que no subsistiría si los sistemas de retiro del país colapsaran. Igualmente, se halló que más de un 70% todavía pagaban la hipoteca de su residencia y más de la mitad expresó que el dinero que recibía no era suficiente y estaban atrasados en sus pagos. Igualmente, el estudio reveló que para poder balancear sus finanzas mensuales, los retirados han tenido que hacer ajustes en la

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