15 el costo económico de la pobre gobernanza y la corrupción en puerto rico Todos los indicadores de gobernanza en Puerto Rico se han reducido significativamente desde mediados de la década de los 2000. Es evidente que la caída en los indicadores de gobernanza coincide en el tiempo con el colapso económico observado durante la depresión económica 2006-2017. La depresión económica se relaciona mayormente con el desgaste del modelo económico puertorriqueño durante las últimas décadas del siglo XX y el detonante que representó el fin de la sección 936. Sin embargo, estos indicadores nos llevan a la pregunta: ¿La reducción en la calidad de la gobernanza y el control de corrupción durante ese periodo también jugaron un rol en la crisis? Partiendo de la literatura revisada, se llevó a cabo un ejercicio econométrico para estudiar la relación entre estas variables de gobernanza y la economía puertorriqueña. El objetivo de este ejercicio no fue identificar un valor de carácter final y de máxima precisión al centavo. El objetivo fue proveer un estimado que permita a la ciudadanía tener una idea aproximada de la magnitud del impacto económico de estos problemas de gobernanza en la Isla y, con dicha información, comunicar la atención que merece la búsqueda de soluciones a los mismos. En general, la evidencia estadística sugiere que de Puerto Rico haber logrado estabilidad en la calidad de su gobernanza durante las primeras dos décadas del siglo XXI, la depresión económica 2006-2017 pudo haber sido menos profunda, y hoy el país estaría más cerca de retornar a niveles precrisis. Específicamente, “voz y rendición de cuentas” y “control de la corrupción” fueron las variables de gobernanza que mostraron tener el mayor impacto económico. Un hallazgo interesante fue que la pérdida en “voz y rendición de cuentas” resultó tener un impacto aún mayor al estimado para el caso de la corrupción. Se encontró que el deterioro de la capacidad de Puerto Rico para controlar la corrupción a partir de la década de los 2000 le ha costado a la economía puertorriqueña alrededor de $7.4 mil millones, o en promedio de $527 millones anuales. En el caso de “voz y rendición de cuentas”, se estimó que su deterioro le ha costado a la economía puertorriqueña alrededor de $11.6 mil millones, o en promedio, $1,289 millones anuales. Estas magnitudes son cónsonas con los hallazgos de estudios similares en otras jurisdicciones.
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