Cuba y Puerto Rico: Encuentro Pionero
98 cuba y puerto rico: encuentro pionero tanto públicas como privadas, al exponerse a los mausoleos, estatuas que representaban la ideología nacionalista no quedaron al margen de ese sentimiento. Entre los actos cívicos escolares más trascendentales en los años que siguieron a la restauración de la República se encontraba la oficialización de la Jura de la Bandera. Los niños cubanos al iniciar cada curso escolar, debían jurar defender la bandera cubana, acto diferente a Puerto Rico que según el historiador, Fernando Picó, a la bandera a la que se le hacía juramento era a la norteamericana (Collazo, E. 1972). Desde el inicio de las reformas escolares por el gobierno interventor, prevaleció una concepción de la enseñanza en las escuelas primarias públicas acorde con las nuevas orientaciones positivistas y con los principios de la escuela tradicional. El maestro consciente de las de los índices de retención escolar, debía garantizar que el alumno, aunque dejara la escuela antes de tiempo, saliera de ella pronunciando bien su idioma y leyéndolo correctamente. Se esperaba que pudiera copiar un documento, redactar una carta o hacer una cuenta, pesar, medir y calcular sobre sus gastos e ingresos. En la etapa colonial los profesores trabajaban con sus alumnos diferentes habilidades tales como: caracterizar, identificar, explicar, argumentar, demostrar y valorar para el estudio de personalidades históricas. El objetivo era fijar conocimientos en los alumnos que les permitieran comprender la importancia que tienen las circunstancias y la actitud individual ante el problema nacional (social). Así podrían contribuir a crear convicciones revolucionarias y patrióticas las que a su vez pudieran transformarse en valores éticos y morales. Estas convecciones cayeron también en territorio dominado por la política venal y fueron disminuyendo la representación de la sociedad civil (Cordoví, 2012). El militarismo y sus efectos en el campo educativo Losmovimientos revolucionarios posteriores a laRevoluciónde 1933 fueron sofocados por el militarismo, encabezado este por un sargento transformado en general por la propia revolución a la que traicionó Fulgencio Batista. El militarismo también reconoció la importancia de la educación en sus planes de impedir los movimientos huelguísticos en el que los maestros siempre tuvieron un papel destacado. El gobierno de Batista creó las Escuelas Cívico-Militares para enfrentar al activo y autónomo movimiento de maestros normalistas. El pretexto enarbolado
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