Cuba y Puerto Rico: Encuentro Pionero

103 magisterio y educación en el sistema educativo de cuba (1899-1958) arte, sino que capacitaban a los que habrían de ser profesores de Artes Plásticas. Existieron también durante la época de la República algunas Escuelas de Enseñanza Especial que funcionaron a base de alumnos internos. El propósito era, principalmente, el de darles oportunidad de estudiar en el nivel secundario a jóvenes de familias de escasos recursos, a fin de capacitarlos con una adecuada preparación técnica para que pudieran trabajar profesionalmente. Entre estas escuelas de internos había tres Escuelas Técnicas Industriales, una en La Habana, con el nombre de General José B. Alemán, otra en Santa Clara, que se llamó Escuela Técnica Industrial, Fundación Rosalía Abreu y otra nombrada General Milanés, que se creó en Bayamo. Con este mismo carácter de funcionar a base de alumnos internos existieron en Cuba las Escuelas Politécnicas de grado medio o Escuelas Tecnológicas. Las Escuelas Profesionales de Periodismo fueron también escuelas de enseñanza especial, y tuvieron una gran importancia en la preparación de los periodistas cubanos. La primera de estas escuelas se fundó en el 1942, y llevó el nombre de Manuel Márquez Sterling. Expedía el título de Periodista Graduado y el de Técnico Gráfico Periodista. Antes de la llegada del comunismo a Cuba también se habían establecido escuelas de periodismo en Matanzas, Santa Clara y Santiago de Cuba, de manera que la República llegó a contar con cuatro escuelas de este tipo. Además, es necesario mencionar al Instituto Nacional de Educación Física, que como único en su clase funcionó en La Habana a partir de 1948. Este Instituto perteneció a un nivel profesional superior, porque sus graduados estaban capacitados para ocupar cátedras de Educación Física en los centros de enseñanza de nivel secundario. En 1958, según un informe de la UNESCO, Cuba era el primer país latinoamericano en cuanto al por ciento del presupuesto que se dedicaba a la educación. Sin embargo, es preciso señalar que, aunque los presupuestos nacionales asignaran fondos en proporciones bastantes elevados, dichos fondos no siempre se aplicaban a resolver los problemas de la enseñanza, ya que muchas veces eran objeto de despilfarro y de malversación. Así ocurrió especialmente en las décadas de los 40 y 50, cuando algunos funcionarios se apropiaron de enormes cantidades de dinero, sustrayéndolas de los fondos asignados para la educación de la

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