Cuba y Puerto Rico: Encuentro Pionero

Prólogo Dr. Arnaldo Gierbolini Rodríguez, DP En una de las reuniones organizativas para el viaje a Cuba, la Dra. Enid Miranda, directora de Relaciones Internacionales de la PUCPR, nos consultó sobre la posibilidad de que unos estudiantes de doctorado de la Escuela Graduada de Educación que tenían el deseo de estudiar la educación cubana pudieran unirse al viaje que estábamos organizando. De inmediato accedimos a esa posibilidad y nos reunimos más adelante con la directora de la Escuela Graduada de Educación, Dra. María Santiago y con la Dra. Miriam Zayas, decana del Colegio de Educación. Ellas nos comunicaron el deseo de los estudiantes de observar clases en un par de escuelas cubanas. Al visitar al grupo de estudiantes interesados para orientarlos sobre el viaje, me dejaron saber que sumayor interés era estudiar la educación primaria en Cuba y en eso quedamos. Dado el caso que en mi primer viaje a Cuba me hospedé en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Habana Centro, allí conocí una escuela elemental que se ubicaba justo al lado de la Casa Parroquial. Al preguntar sobre la escuela, el párroco me explicó que en sus inicios esa escuela era el colegio de los Padres Carmelitas pero que al nacionalizarse la educación por el gobierno revolucionario, el colegio fue expropiado y pasó a ser parte del sistema de educación del gobierno. De hecho, añadió que el patio central de la casa parroquial servía de lugar para las horas de recreo de los niños. Ante la nueva situación la escuela había optado por cerrar la calle aledaña a las horas de recreo para que los niños jugaran pues las instalaciones de la escuela no tenían patio. Con ese trasfondo, le escribí un correo electrónico al nuevo párroco en Cuba a quien providencialmente había conocido en la Parroquia San José en Ponce, administrada por los Padres Carmelitas y donde me desempeño

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