Cuba y Puerto Rico: Encuentro Pionero

183 la iglesia católica en la educación cubana y su proyecto educativo diferentes propuestas educativas para desagraviar las necesidades de niños, jóvenes y adultos. Entre estas propuestas se encuentran institutos y centros de formación que ayudan a los participantes a desarrollarse humanísticamente y a establecer nuevos horizontes. “De lado dejo la labor ad intra, vamos al espacio ad extra, público, no soñado hace dos décadas y hoy realidad creciente. Esta labor podemos desglosarla en dos grandes campos: educación no formal y trabajo con los educadores –que es también parte de la educación no formal, pero por su importancia lo consignamos aparte–. Con ella no queremos interferir ni solapar la realizada oficialmente: la brindamos como oferta alternativa tendiente a enriquecer lo que tenemos, ayudando enparte a la capacitación, pero sobre todo deseando formar en valores para que las virtudes cívicas distingan a educandos y educadores” (Campistrous, 2010). Dicha pedagogía no formal acoge a niños y a adolescentes quienes complementan su educación con esta. En estos institutos y centros de formación se desarrollan verdaderas comunidades educativas que integran a los padres y a las familias en el proceso formativo. Además, aportan al desarrollo profesional de los docentes para que puedan desempeñar la tarea de educar con autoridad y ejemplo. “La Iglesia Católica en Cuba cuenta con un proyecto educativo para docentes que aspira a formar personas que valoren su vida, desarrollen sus potencialidades y contribuyan a la construcción de una sociedad más humana” (Inter Press Service en Cuba, 2014). Para efectos del desarrollo profesional de los docentes se ofrecen talleres y escuelas de verano, entre otros. “La Escuela de Verano deviene una valiosa oportunidad para el enriquecimiento espiritual en la búsqueda de un modelo pedagógico que potencie los valores cristianos donde el hombre sea la finalidad y centro del proceso educativo, además de ser un proyecto basado en una ética liberadora que nos ofrezca las herramientas necesarias para construir una sociedad mejor a través de la educación, conducidos por el precepto de Jesús de que “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (El Visitante, 2012). En Inter Press Service en Cuba (2014), se indica que “hoy existen capacitaciones en La Habana, Santiago de Cuba, Villa Clara, Camagüey y Pinar del Río. Cinco de las 11 diócesis de Cuba ofrecen cursos para docentes. Así, las instituciones religiosas ayudan a los maestros del país a crecer en humanidad. En específico, las parroquias y centros religiosos ofertan desde hace más de una década talleres, cursos de postgrado y Escuelas de Verano”.

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