26 cuarenta años, la católica cumpliendo su deber democrático con p.r. Los sistemas mayoritarios: 1. representan distritos geográficos, lo que brinda participación de las diferentes áreas del país; 2. los escaños se ganan con la mayoría simple de votos y estos representan la totalidad del electorado de esa jurisdicción, a eso se le conoce como el sistema “winner takes all”; 3. tienden a sobrerrepresentar la mayoría y a restarle representación a la minoría; 4. se inclinan al bipartidismo, pues el electorado se agrupa en los dos partidos con más posibilidades de triunfo abandonando sus primeras opciones cuando esos partidos son muy pequeños y se perciben sin posibilidades de ganar; 5. pueden dejar fuera del cuerpo legislativo a líderes cuyo escaño sea uno ganado por otro partido; 6. tienden a empujar la política hacia el centro moderado, pues los votos decisivos están en las fronteras cercanas del adversario. Los votos del centro tienen un valor doble frente a los extremos, pues pueden restar uno y sumar otro, a diferencias de los extremos que suman uno pero no restan del adversario principal; 7. suelen producir gobiernos estables con amplias mayorías. Los sistemas proporcionales: tienden a ser un fiel reflejo de la opinión del electorado; 1. se inclinan al multipartidismo, pues no hay incentivos a votar por los partidos grandes sino por las primeras opciones del elector; 2. tienden a necesitar la formación de coaliciones para formar un gobierno con el cincuenta por ciento de los escaños requerido para aprobar legislación; 3. suelen dar más poder a los partidos pequeños que sus números de votos electorales, pues sus votos son necesarios para lograr la mayoría parlamentaria y pueden cambiar de aliados; 4. propenden a sobrerrepresentar a los grandes centros poblacionales en la selección de sus candidatos pues no tienen requisito de dispersión geográfica;
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