la democracia puertorriqueña y su sistema electoral 67 13. Los cambios que perduran son aquellos que resultan justos para todos. 14. No se deben alterar las normas luego de comenzado un proceso electoral, salvo que sea imprescindible. 15. Una buena idea tiene muchas más oportunidades de convertirse en ley cuando se discute en privado con la oposición antes de hacerla pública. Los procesos de votación, como habrá notado el lector, son algo más complicados que el depositar un voto en una urna. Para que ese voto cuente con igual valor existen unos rigores críticos en el que inciden muchos factores. Esta introducción es una invitación a seguir los ejemplos de participación y compromiso democrático que han caracterizado a nuestro pueblo. En todas las elecciones, decenas de miles de funcionarios de colegio de diferentes partidos cumplen su deber ciudadano sin remuneración alguna y nunca ha existido una controversia que lamentar. Igualmente, nuestro pueblo tiene una participación electoral que supera por mucho la de los Estados Unidos. El voto es el instrumento del ciudadano para dirigir su vida colectiva. Es el vehículo que usa la democracia para profundizar la igualdad. Exige un cuidado especial para que lealtades superiores a las inmediatas le den vida para el mañana. Les toca ahora a las generaciones nuevas cultivar con celo patriótico esa semilla de cultura democrática y superar sus logros.
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