Cuarenta años, La Católica cumpliendo su deber democrático con Puerto Rico

86 cuarenta años, la católica cumpliendo su deber democrático con p.r. Las instituciones como el Tribunal Supremo han debilitado su respeto público con determinaciones que minan la confianza de sectores importantes de la sociedad en cuanto a su independencia de agendas ideológicas. En tiempos recientes hemos visto, de manera contundente, un giro hacia limitar, en vez de expandir derechos; a dificultar accesos, en vez de facilitarlos; a servir las causas propias sobre las de Puerto Rico. De hecho, un joven juez del Tribunal Supremo de Puerto Rico, libre en su entendimiento, nos ha advertido que estamos convirtiendo la Constitución en un cementerio de palabras. Hay que saber diferir democráticamente sobre los fines y programas, pero buscar consensos en los asuntos procesales que encaminen la toma de decisiones de forma que se respeten sus resultados sin importar el contenido de estos. Que impere el concepto de mayorías temporeras y la humildad que representa la conciencia de que es al pueblo al que le toca decidir y valorar sus mayorías y sus minorías. Esa es la convocatoria y ese sería el mensaje de Eugenio María de Hostos. Reclamaría una alerta ciudadana para evitar que se pongan en peligro las esencias democráticas de su pensamiento. El concepto de la función electoral como un cuarto poder vital a la existencia de la sociedad está en peligro. La independencia del poder electoral, tan clave en su valoración, está en peligro. La confusión de poderes que tanto alarmó su teoría está en peligro. Hostos nos exige convocatoria a luchar por nuestras esencias. Y nos convocaría con el rigor moral de su llamado: “El derecho y el deber inseparables resplandores de la conciencia no brillan en la conciencia que no lucha”.36 36 Eugenio María de Hostos, Tratado de Moral 121 (1939).

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