Entendiendo la crisis desde la Doctrina Social de la Iglesia
cuadernos de investigación social y económica pontificia universidad católica de puerto rico 18 que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad. ” (CV #25, énfasis en el original) Colocar a la persona humana en el centro de la vida económica promueve la causa de la justicia. La creatividad, el espíritu empresarial, el trabajo humano, disciplinado y creativo, tienen un lugar privilegiado en el sistema económico. Después de todo, junto con la tierra, el ser humano es el principal recurso del hombre. En ello hay que velar la relación entre rendimiento económico y verdadero beneficio de la gestión de mercado. Si bien un alto rendimiento es signo de un desempeño adecuado, este debe estar en armonía con otros elementos importantes y superiores como son las condiciones de trabajo de los empleados y el respeto a la dignidad de los trabajadores, el precio al que se proveen los bienes y servicios de manera que no se preste a la usura y a la explotación de aquellos que los requieren y que incluso privan a grupos enteros de medios de subsistencia. Un afán de lucro sin barreras es un atentado contra el ideal de vida cristiano que debe ser rechazado tanto como el socialismo que es un atentado contra la doctrina cristiana. 24 No podemos olvidar que toda actividad económica está al servicio del hombre, no a la inversa, tratando de balancear la escasez de recursos con sus necesidades, sobretodo las más apremiantes. Dado que el sistema capitalista está predicado en la obtención de resultados individualistas, debe insistirse en que no es ese su único fin, aunque legítimo. Es necesario procurar una utilidad social en armonía con la lógica del mercado, orientando ésta hacia el bien común y al desarrollo integral del hombre. ¿Cómo lograrlo? Ese es el aporte que, a mi juicio, puede ofrecer la Iglesia en este contexto. Como punto de referencia central debe estar el bien común y la dignidad de la persona. Dijo el Santo Padre Benedicto XVI en el Congreso de la Fundación Centesimus Annus el 22 de mayo pasado: Sin el punto de referencia representado por el bien común universal no se puede decir que exista un verdadero ethos mundial y la correspondiente voluntad de vivirlo, con instituciones adecuadas. Es entonces decisivo que se identifiquen esos bienes a los que todos los pueblos deben acceder de cara a su realización humana. Y esto no de cualquier manera, sino de una manera ordenada 24 Desafío social , p. 298.
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