Familia y economía: Algunos planteamientos sobre el caso Puerto Rico

20 cuaderno de investigación social y económica pontificia universidad católica de puerto rico saludables, no sólo sobre las familias. Existe una necesidad apremiante de que la política pública adopte un enfoque comprensivo para apoyar a las familias y un compromiso para establecer un mecanismo que coordine todas las políticas que afectan a la familia. La familia no es una unidad estática. Por lo tanto, para que la política pública sobre la familia sea relevante y efectiva, tampoco puede ser estática. Hasta que se repiensen estas políticas, y los supuestos en los que están basadas, el actual desfase continuara afectando adversamente a las personas, las familias, sus relaciones y el bienestar de la familia. Esto es particularmente así en el caso de la gente joven. xii. los jóvenes y la prevención Un enfoque clave para trabajar con esta generación de jóvenes es “educarlos en la formación de relaciones”. En el caso que atañe a la Iglesia en Puerto Rico, esto va más allá que el curso prematrimonial tradicional que se ofrece a los novios. Es necesario educarlos en la formación de relaciones. Es necesario ayudarlos a entender cómo ser exitosos en sus relaciones interpersonales. Un lema interesante que puede ser adoptado es: “Construye Mejores Relaciones”. Este es el que utiliza un programa difundido en Australia, que se mencionó antes. (Disney & Mcpherson, 1999). El mismo va dirigido a parejas de 20-30 años y utiliza una amplia gama de estrategias de educación comunitaria para aumentar las destrezas necesarias para mantener buenas relaciones interpersonales. Un estudio sobre la efectividad de este programa reveló que los dos mensajes principales que los participantes apreciaron fueron: “La comunicación es importante” y “Hay ayuda disponible”. Esto es muy importante y alentador dado que las parejas se benefician más cuando reciben apoyo temprano, antes de enfrentar las dificultades. xiii. la iglesia y la economía La misión fundamental de la Iglesia es la de predicar el Evangelio. Sin embargo, como Madre, se preocupa de todo lo que atañe al hombre. Con respecto del trabajo lo ha elevado a una categoría y dignidad muy altas, considerándolas un derecho del hombre, que lo hace más humano. En repetidas ocasiones ha instado a los gobiernos a que busquen por todos los medios hacer que este derecho se cumpla. La Biblia no es un Tratado de Economía y, en consecuencia, ni desde ella

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