Declaración Gravissimum Educationis sobre la educación cristiana

12 pontificia universidad católica de puerto rico sus propósitos y sus principios. Esfuércense con exquisita diligencia para conseguir la ciencia profana y religiosa avalada por los títulos convenientes y procuren prepararse debidamente en el arte de educar conforme a los descubrimientos del tiempo que va evolucionando. Unidos entre sí y con los alumnos por la caridad, y llenos del espíritu apostólico, den testimonio, tanto con su vida como con su doctrina, del único Maestro Cristo. Colaboren, sobre todo, con los padres, juntamente con ellos tengan en cuenta, durante el ciclo educativo, la diferencia de sexos y del fin propio fijado por Dios y cada sexo en la familia y en la sociedad. Procuren estimular la actividad personal de los alumnos y, terminados los estudios, sigan atendiéndolos con sus consejos, con su amistad e incluso con la institución de asociaciones especiales, llenas de espíritu eclesial. El Sagrado Concilio declara que la función de estos maestros es verdadero apostolado, muy conveniente y necesario también en nuestros tiempos, constituyendo a la vez un verdadero servicio prestado a la sociedad. Recuerda a los padres cristianos la obligación de confiar sus hijos, según las circunstancias de tiempo y lugar, a las escuelas católicas, de sostenerlas con todas sus fuerzas y de colaborar con ellas por el bien de sus propios hijos. diversas clases de escuelas católicas 9. Aunque la escuela católica pueda adoptar diversas formas según las circunstancias locales, todas las escuelas que dependan en alguna forma de la Iglesia han de conformarse al ejemplar de esta. La Iglesia aprecia también en mucho las escuelas católicas, a las que, sobre todo, en los territorios de las nuevas Iglesias asisten también alumnos no católicos. Por lo demás, en la fundación y ordenación de las escuelas católicas hay que atender a las necesidades

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