Hacia la pedagogía de las misiones: La vocación de servicio y la universidad

hacia la pedagogía de las misiones (la vocación de servicio y la universidad) pontificia universidad católica de puerto rico 10 que se desconoce su punto de llegada. En ese viaje abre tus alas para que logres impulso con el pensamiento de las generaciones que te precedieron, busca y encontrarás la emoción de tener maestro –aquel que te guía por tus caminos y en cuyo viaje lo acompañas por un tiempo en lo que tu ser encuentra su propio rumbo y alza su propio vuelo. Hace solo sesenta años el setenta por ciento de nuestra gente moría sin ver a un médico en su último año de vida. 11 En agosto 21 de 1950 don Jaime le dirige un mensaje a la primera clase de medicina de Puerto Rico. Esas palabras de entonces encierran en su esencia el compromiso de servicio que nos hace verdaderos universitarios: “a fin de cuentas lo importante no es que tengamos aquí escuela de medicina y que tengamos 50 ó 100 médicos adicionales. Lo importante es que esta inyección de juventud, de sabia y de entusiasmo nuevo, sirva para ampliar el sentido de responsabilidad hacia esta tierra, hacia el dolor, el sufrimiento y la enfermedad. “Todos hemos tenido la experiencia dolorosa de que no se puede ir de un lado a otro en esta isla sin encontrarse en el camino un entierrito, un grupo de gente que lleva el cadáver del niño en pequeñas cajas blancas hacia el cementerio del pueblo. Esos perennes entierros de niños pobres, de gente sin recursos que bordean todos los caminos de Puerto Rico, deben constituir un reto humano a la inteligencia y a la voluntad de servicio de cada uno de ustedes. Formen con ese y otros recuerdos su ‘dolorido sentir’, ese doloroso sentir que debe templar el ánimo de cada uno de nosotros y, aún más, de quienes han de dedicarse a aliviar el sufrimiento.” 12 Como nos legara el poeta “hay que angustiarse más por cosechar sin sembrar que por sembrar sin cosechar”. Ese es nuestro quehacer, sembrar y hacerlo con la alegría y con el rigor del que se sabe dueño de un sueño. Adelante con la bandera en alto hacia una enseñanza con misiones y con sentido sentimiento de nuestra propia misión. Muchas gracias. 11 Mario García Palmieri, MD, La contribución de Jaime Benítez a lamedicina en Puerto Rico , en Héctor Luis Acevedo, editor, Don Jaime Benítez, Entre la universidad y la política , Pág. 299. 12 Ibid. .Págs. 476,480.

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