Homilías ofrecidas por S.E.R. Mons. Fremiot Torres Oliver

Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico 7 Como nos dice el Concilio Vaticano II, es posible salvarse sin conocer a Cristo y a su Iglesia, pero los que se salvan se salvarán por medio de la Iglesia. Al plantearnos el tema de la Nueva Evangelización, a la que nos llama el Santo Padre, nos encontramos con el hecho de la general ignorancia acerca de la naturaleza de la Iglesia. Los de afuera la persiguen, ridiculizan y odian precisamente por lo que ella no es ni pretende ser. Los de dentro, realmente tampoco la conocen. En vez de dar gracias por ser miembros de la Iglesia, se pasan buen tiempo criticándola. Los defectos de sus sacerdotes, por ejemplo, se los atribuyen a la Iglesia. Si en la conversación se toca el tema de la religión, siempre habrá quien ofrezca sus ideas de cómo debería ser la Iglesia. Es necesario que todos los católicos tengan un buen conocimiento de lo que es la Iglesia. Si no se conoce bien lo que es la Iglesia, no se le amará, no se vivirá de acuerdo con sus enseñanzas, que son las de Jesucristo, nuestro Divino Salvador, que son las de Dios. El mayor peligro para la Iglesia hoy no es la persecución que nos viene de afuera, sino la debilidad en la fe y en la caridad que tenemos dentro.