Koinonia | 2005-2006

Paul Ricoeur: una lectura de la condición del hombre contemporáneo 102 objeto de la ciencia, y me lleva hacia campos que el ser humano ni siquiera vislumbraba como suyos, hasta que pasa por un texto, pasa por una gran obra literaria. Ustedes tienen en la literatura puertorriqueña grandes poetas. ¿Qué ofrece el poeta? La poesía no es sólo un ámbito de retórica, ni un ámbito estético en donde apreciamos un manejo y un uso del lenguaje depurado y poetizado, estéticamente configurado, sino que no hay poesía que no tenga una dimensión semántica. No hay metáfora que no tenga esa dimensión de impulso, de ir más allá. Me van a permitir traer ante ustedes una referencia de un poeta español, seguro que es conocido por todos: Antonio Machado. Cuando Antonio Machado, en sus poemas sobre las tierras de España, está en los campos de Castilla, está viendo aquella aridez-- extrema en su tiempo, hoy es menos árida, pero lo era y lo sigue siendo—afirma: “veréis las llanuras bélicas y páramos de asceta”, es la geografía, es lo telúrico. “Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta, no fue por estos campos el bíblico jardín, no fue. Son tierras para el águila, un trozo de planeta por donde cruza rancia la sombra de Caín”. Son versos sobrecogedores, que los españoles tenemos que pensar muy bien. Ahí no hay una descripción paisajística. Ese texto, o ese poema o ese cuarteto no es una descripción o simplemente la impresión de un poeta. Eso es llevar a una comprensión, a una interpretación de un paisaje, “llanuras bélicas, páramos de ascetas”, no fue desde luego jardín. “Son tierras para el águila” que tanto nos elevamos, San Juan de la Cruz y Santa Teresa, y, al mismo tiempo, “un trozo de planeta”, donde planeta asume un sentido astronómico y geográfico, telúrico. Un “trozo planeta por donde cruza errante la sombra de Caín”: toda una ética que el poeta ha descubierto. Más que ponernos a escribir libros de ética, sobre la conciencia y los motivos de las gentes de Castilla, leamos el poema de Machado y descubriremos mucho más que en todo un tratado de sociología o de ética. Pero regresemos a nuestro autor. Ricoeur es un maestro apreciadísimo dentro del ámbito literario, tanto francés, como alemán, en Europa en general, como en Estados Unidos. Pasa a ser una gran referencia en cuanto a sus teorías de la metáfora, que es esto que acabo de decir: la metáfora no es un elemento retórico, sino semántico. La retórica no es simplemente pronunciar una palabra estéticamente buscada, es más que eso. En una palabra estéticamente buscada se produce una impulsión ontológica. Hay un más allá a configurar realidades que, de otro modo, no hubiera sospechado sin esas metáforas. Siguiendo esta misma línea,

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