Koinonia | 2005-2006

Paul Ricoeur: una lectura de la condición del hombre contemporáneo 103 Ricoeur se pregunta ¿cómo me comprendo yo como un ser en el mundo? Encontramos aquí toda una referencia a la filosofía existencial de Heidegger. ¿Cómo me comprendo yo como un ser en el mundo, un ser que tiene un nacimiento, del cual hemos dicho que es símbolo de toda una biografía, un ser que tiene un presente y tiene un pasado? Contesta Ricoeur: voy a configurar, voy a intentar diseñar el concepto de identidad humana a partir de lo que me enseñan las narraciones, el ámbito narrativo: la novela, por una parte, y la historia por otra; o sea la narración, llamémosla científica o técnica, y la narración en la obra literaria. Realmente sus análisis tienen más profundidad en la narrativa, en la novela literaria, bastaría pensar cuando por ejemplo analiza a T. Mann. El ámbito narrativo, ¿qué es? ¿Qué se produce en el ámbito narrativo? Una novela o una historia realmente se configuran en torno a una trama, a personajes que viven la trama, la trama de la novela, que es una obra unitaria, una obra en unidad. Al final de su lectura nos preguntamos, ¿qué ha pasado en la novela? ¿Quién ha intervenido? Hay personajes, en diversos tiempos, en muchos episodios en los que acontecen diferentes tramas, pero el artista o el novelista les ha dado unidad a todos ellos y, siguiendo ese ámbito narrativo, puedo comprender la identidad humana . La identidad humana, como dice su raíz latina, idem , es algo que me singulariza, que se refiere a mi propia personalidad y me diferencia de los demás. Por otra parte es algo que continúa. La identidad es aquello que defiendo como mío, como propio a lo largo de toda mi, no digo existencia, sino biografía. Y, si sigo la novela, o mejor dicho, el ámbito narrativo, veo que puedo aprender que la comprensión de la narratividad me lleva a la comprensión de la identidad humana. La identidad humana, el tiempo humano es realmente narrativo. ¿Qué quiere esto decir? Quiere decir que en mi presente está absolutamente presente el pasado. No soy un hoy, sino un ayer. Por eso decíamos que el nacimiento es símbolo de toda una biografía. En el presente está, a su vez, incluido el futuro: el porvenir. El papel que realiza la memoria en todo esto y el hecho de que el pasado esté presente en el día de hoy, no me plantea problemas. Soy el mismo, el que ha nacido hace x años, es cierto. Y soy el que seré dentro de x años. Pero, al mismo tiempo, y no es un juego banal de palabras, no soy lo mismo. No somos un idem , pero sí somos un ipse . Somos el mismo, pero no lo mismo Pero, entonces, nos preguntamos, ¿qué edifica todo eso? Mi propia conciencia temporal.

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