Koinonia | 2005-2006

Autismo existencial 89 eterna, porque no sabes lo que es esta vida, la estás desperdiciando, redarguye un servidor. ¿Cómo crees que vas a creer tú en lo eterno, si no sabes vivir lo contingente?”. Vamos a la luna, volvemos de la luna, pero estamos en la luna, los que ni vamos ni volvemos, porque tenemos dificultades para atravesar la calle y para encontrarnos con nuestros vecinos: eso es estar en la luna. Conquistamos nuestro espacio exterior, pero no nuestro espacio interior. Emprendemos grandes empresas, pero no sabemos acometer la empresa de vivir. Limpiamos el mar a veces, pero polucionamos el alma. Dividimos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Estudiamos más, pero realmente aprendemos menos de la sabiduría de lo esencial; tenemos más escuelas, más aulas, pero muy pocos maestros (maestro, magister , el que te hace ser más , a condición de que al hacerte ser más, el maestro mismo sea minister , se haga a sí mismo menos, magisterio, ministerio). Y por eso el maestro es auctoritas . La autoridad no es como lo hemos pensado socialmente, es decir, las autoridades, las grandes medallas. Auctoritas es el sustantivo de un verbo, cuya forma presente es augeo , del que deriva auge, elevación; el maestro es el que nos eleva, nos aúpa, nos lleva sobre sus hombros, y nosotros sobre sus hombros tal vez podamos prestarle nuestros ojos cuando los necesite, para que él, que se ha quedado más abajo mientras nos hacía crecer, establezca una simbiosis con los alumnos que ahora ya saben más que él). El pretérito es auxi ( de donde procede el verbo auxiliar , ayudar: en el momento de tu caída te recoge, te ayuda sobre todo el que te conoce de tal modo que sabe cuando vas a caer y se interpone en el camino para que no lo hagas), y cuya forma de pasado es auctum , de donde viene auctoritas , autoridad, capacidad de autoría responsable. Por falta de tales maestros tenemos más conocimientos, pero menos poder de juicio. Tenemos edificios más altos, calles más largas, pero puntos de vista más estrechos. Tenemos más, pero somos mucho menos de lo que tenemos... En fin, podríamos decir (y esto no es catastrofismo), cuanto mejor… peor . Queridas amigas y amigos, las tres cuartas partes de la humanidad pasan hambre, quince mil niños a diario mueren de lo mismo, todo ello en una época histórica en la cual se podría multiplicar por cinco la población de la Tierra si se distribuyesen equitativamente y sin despilfarros los recursos, alcanzando el nivel medio de un país como Portugal, eso al menos dicen las estadísticas: la humanidad se podría multiplicar por cinco y eso todavía sin haber operativizado, por ejemplo, los cultivos submarinos incipientes. Pero para alcanzar esa meta deberíamos socializar más, trasvasar mejor,

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