Koinonía 2007-2008

¿Justicia o caridad? Reflexiones sobre Deus caritas est 21 desde los errores que aquella objeción marxista arroja sobre la Iglesia de Cristo y su acción caritativa. “ La afirmación según la cual las estructuras justas harían superfluas las obras de caridad, esconde una concepción materialista del hombre: el prejuicio de que el hombre vive «sólo de pan» ( Mt 4, 4; cf. Dt 8, 3), una concepción que humilla al hombre e ignora precisamente lo que es más específicamente humano” (DC 28). El error fundamental de la propuesta marxista es el reducionismo antropológico : el hombre sería sólo un producto de la infraestructura económica de la sociedad, que condiciona su estructura política y la supraestructura cultural u religiosa. La alienación fundamental del hombre sería la pobreza y no como para el cristiano el pecado; la redención que para nosotros es una gracia que se actúa en una vida nueva en justicia y caridad, para éstos es una estructura política utópica. El puesto del Salvador ha sido tomado por un líder humano o un partido, el cielo sustituido por un mundo feliz futuro, la conciencia anulada por la economía. El liberacionismo de algunos religiosos cristianos contribuye a la confusión no sólo dividiendo gravemente la Iglesia santa de Cristo sino pervirtiendo gravemente todos sus recursos. Se llama teología a lo que es una ideología, el cielo revelado se sustituye por la utopía de una tierra feliz, la ética viene suplantada por la planificación, la catequesis por el adoctrinamiento, la oración por la acción subversiva, el evangelio manipulado sectariamente. Jesucristo no será ya Dios redentor del hombre sino un modelo revolucionario de vida comprometida por los demás, la Iglesia no viene a ser la comunidad de salvación eterna sino la plataforma de cambio social, los sacramentos desacralizados son arengas políticas, los pobres son usados como clase más que servidos como prójimos. La misma desobediencia cismática a los pastores de la Iglesia se justifica en razón de un ideal dialéctico donde hacer avanzar la Iglesia (síntesis) exigiría la antítesis del disenso teológico y pastoral frente a las tesis inmovilistas del aparato jerárquico –todo ello donde el liberacionista no manda, ya que en ese caso impone un gobierno completamente estalinista-. Mientras que la Iglesia entiende por pobres especialmente los pecadores, que carecen de justicia y faltan contra su propia dignidad moral, los ignorantes que carecen de la instrucción adecuada, los enfermos y ancianos y abandonados que carecen de cariño, los

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