Koinonía 2007-2008
Progreso económico y desarrollo humano integral en la era de la globalización 43 una misión que cumplir, única e irrepetible. Si el ser humano es único e irrepetible y es un fin en sí mismo, es porque tiene una misión única e irrepetible. Lo que deja de hacer, lo deja de hacer para siempre. No habrá nadie que pueda sustituir lo que un ser humano debió haber hecho y no hizo: nadie puede actuar por los demás. Cada quien tiene que actuar por sí mismo con la responsabilidad de ser una existencia con vocación de servicio y trascendente. Pero si no entendemos que esa es nuestra tarea en este mundo y si no entendemos en que contexto estamos viviendo, va a ser muy difícil que nos pongamos en movimiento para hacer lo que tenemos que hacer, para ser verdaderos agentes de cambio. Entonces, la preparación y la formación de cada quien va a tener que ser dirigida a esos seres humanos o a esas circunstancias que nos reclaman, nos interpelan y nos exigen una acción para cambiar, para transformar ese entorno y esas circunstancias; porque también estamos todos dentro del mismo barco. Si no salvamos esas circunstancias no nos salvamos a nosotros mismos. Este mundo que vivimos hoy es fascinante, realmente fascinante; con toda su complejidad, es un mundo interesantísimo. Cuando alguien me pregunta si yo hubiera preferido vivir en otra época digo que no. Con todos los inconvenientes de éste, prefiero la complejidad de vivir en un mundo así, que la tranquilidad de vivir en algunos otros mundos en donde parecería que no pasa nada. Es que la complejidad llegó para quedarse con las comunicaciones, llegó para quedarse con el conocimiento. La complejidad siempre ha existido. El ser humano es complejo por naturaleza pero muchos no lo sabían. Pero es complejo, en sus relaciones siempre ha sido complejo. Es su naturaleza, es su forma de ser. Sin embargo, resulta que esta complejidad sólo puede aflorar si hay un ámbito de libertad en donde los seres humanos nos desarrollemos con mayor autonomía y veamos a los demás seres humanos de cara a cara en otras circunstancias. Esta complejidad nos reta. Primero nos reta a vivir con ella, y luego a superar todos esos aspectos de la complejidad, de este mundo que nos impiden hacer algo en común. Porque hay quienes hablan de la complejidad como de una fatalidad que impide al ser humano hacer cosas en común. Al contrario, hay quienes hablamos de esta complejidad natural porque la diferencia entre los seres humanos es tal que tenemos que reconocerla y aprovecharla para hacer cosas en común. Por ejemplo, en México yo he sido parlamentario en diferentes ocasiones. Es difícil, muy difícil enfrentar la situación con otros grupos
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