Koinonía 2007-2008
Progreso económico y desarrollo humano integral en la era de la globalización: 44 parlamentarios y otros legisladores de partidos radicalmente opuestos al mío; pero uno tiene que estar dispuesto siempre de manera generosa a encontrar puntos de coincidencia. En esta relación difícil yo siempre les decía y les sigo diciendo a mis adversarios políticos que no son mis enemigos. Si ellos se consideran mis enemigos, esa es la diferencia entre una visión cristiana y una visión atea. Se puede construir juntos una sociedad diciendo por ejemplo lo siguiente: “a ver, amigos, vamos a tratar de encontrar aquellos puntos mínimos sobre los cuales no nos podemos dar el lujo de no estar de acuerdo”. Este sería un discurso totalmente nuevo; porque podemos encontrar esos puntos, aquellos en los que no nos podemos dar el lujo de no estar de acuerdo. Se necesita generosidad y buena voluntad. En mi experiencia, del otro lado he encontrado a menudo la mala voluntad del gobierno de la ciudad que quería salir con sus proyectos a como diera lugar, a rajatabla, sin importarle a quien atropellara. Sin embargo, encontré también gente del mismo partido disponible para poder sacar adelante proyectos en común. Esto refleja la importancia que tiene el aprovechar la complejidad, el vivir la complejidad y convertir en una oportunidad de crecimiento común. Además, vean ustedes, que en este mundo complejo también nos encontramos con una serie de dificultades de relación humana, que no solamente tienen que ver con posiciones doctrinales, filosóficas o convicciones de la vida, sino también con las relaciones interpersonales comunes y corrientes de todos los días. De estas relaciones interpersonales tenemos que aprender. Es una especie de ejercicio permanente de caridad, es un ejercicio permanente de generosidad, de práctica de las virtudes para entendernos y encontrarnos con el otro; y a la misma vez, encontrarnos a nosotros mismos y nuestra propia definición a través del otro. Como dice un filósofo de cultura francesa, Emmanuel Levinas: la relación con el otro es una relación más fácil; cuando el otro es otro que yo (el papá, la mamá, el hermano, la maestra, el amigo) aunque hay dificultades muchas veces en estas relaciones, de todos modos hay que superarlas. Pero luego viene el tercero, el que irrumpe, el que no esperábamos o que esperándolo inconscientemente, de repente llega a nuestra vida y cambia muchas cosas. Mamá y papá tienen una hijita muy linda. La han cuidado, la han educado, y un día de estos la ven desde la ventana de la casa llegar con un sujeto de aspecto no muy agradable para los papás, con aretes y otras cositas. Entonces dice el papá: “Oye, pero es que no educamos a la niña para eso”. Es que tenía que darse esa relación, tenía que llegar ese momento del tercero, el que llega, pero para eso precisamente tenemos que superar esa posición. Otro ejemplo: llega un nuevo jefe a la oficina o un nuevo
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