Koinonía 2007-2008
Progreso económico y desarrollo humano integral en la era de la globalización: 50 útiles, sino que son útiles, porque están dando capacitación a jóvenes, están recuperando su dignidad, sobre todo en colonias de clase media- baja y baja. Y están recuperando actividades que antes se habían perdido; y los viejitos se sienten felices, se sienten realizados. Están haciendo algo útil y se les paga por hacer lo que saben hacer. No se les regala el dinero, se les está pagando. Si en la Ciudad de México hay más de 100 centros de este tipo, en todo el país hay más de 1,000 centros de esta naturaleza, distribuidos en muchas ciudades. Imagínense ustedes en una situación de pobreza, en la que a la gente realmente se les haga sentir que están haciendo algo trascendente, que ganan dinero, que no dependen de sus nietos ni de sus hijos, que no dependen del gobierno, de la dádiva, sino que dependen de sí mismos. Eso es maravilloso, es re-dignificar la vida humana y creo que eso es lo que se puede hacer porque lo hemos hecho y lo hemos comprobado en México. De hecho, se le dio a la entonces Secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, un premio internacional de las Naciones Unidas por haber creado el programa más exitoso en superación a la pobreza en el mundo entero. Cuando el Presidente Fox fue gobernador de Guanajuato supo de un programa que, entonces, casi nadie conocía en el mundo; nada más que unos cuantos investigadores. Uno de sus investigadores, su secretario de desarrollo social, conocía este programa de Bangladesh. Ahora en el 2006, el Dr. Muhammad Yunus ganó el Premio Nóbel por haber creado este “banco para pobres”. Un banco para dar crédito a la palabra, pero dirigido a las mujeres, porque las mujeres son las únicas que saben pagar, las únicas responsables. Entonces, estaba dirigido sólo a las mujeres. Fox se trajo ese programa a Guanajuato, se llama “Santa Fe de Guanajuato” y es un banco popular. Se les da crédito a las palabras de las mujeres. Primero empezó con madres solteras. Ahora ya se les da a todas las mujeres que quieren superarse. Por ejemplo, el caso más típico, el que yo más conocí de cerca es el de mujeres que se asocian para confeccionar ropa. Les dice el gobierno: “¿Cuánto cuesta una máquina de coser? ¿2,500 pesos? Muy bien, entonces te voy a dar un crédito de 5,000 para que puedas tener dos máquinas de coser; asóciate con otras amigas para que sea una producción en serie y les cueste menos y sea una economía de escala. Luego, ustedes me van a pagar con un interés bajísimo”. Si los intereses en préstamos en México están al 22%, al 33%, estos intereses eran del 4% anual, o sea, prácticamente era la inflación que tenemos en México, el 4%. Nada más para que el gobierno recupere el capital más la inflación, eso era todo. Se hace un
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