Koinonía 2008-2009

La construcción de organizaciones solidarias exitosas requiere, a su vez, la democratización y descentralización de sus proceso decisionales. La democracia aumenta la eficiencia en el procesamiento de información sobre problemas y sus soluciones; estimula la iniciativa y la innovación y facilita la formulación de metas y estrategias colectivas. De hecho, el porcentaje de países que podrían considerarse democráticos se ha duplicado en las últimas cuatro décadas. Además, se han desarrollado nuevas formas de participación ciudadana a través de organizaciones comunitarias como parte de una democracia más directa y participativa. Los efectos económicos positivos de la democracia parecen ser aun más contundentes a nivel de la empresa. La evidencia empírica demuestra que la participación de los trabajadores en el proceso decisional y en las ganancias, por lo general, aumenta la productividad, la flexibilidad y la eficiencia. La democratización de la empresa, como en los países, constituye, pues, un recurso potencialmente valioso, pero apenas explotado, para la competitividad y el éxito. [Artículo publicado en El Nuevo Día el 16 de enero de 2009] La empresa como país 104

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