Koinonía 2008-2009
Creo que todo ser humano tiene que ser tratado con respeto y con justicia; pero eso no quiere decir que tenemos que equiparar unos tipos de uniones con el matrimonio; son dos cosas diferentes. Una cosa es tratar con respeto y con justicia a toda persona, y otra cosa es equiparar cualquier unión al matrimonio. Son dos cosas muy diferentes y me opondría a que se pongan al mismo nivel exactamente. ¿Cómo podemos ayudar a los matrimonios jóvenes? Creo que en lo primero que tenemos que ayudar es en propiciar que cuando los vayamos a casar haya un proceso de orientación. Segundo, que las leyes contributivas no penalicen al matrimonio. Ahora mismo, se volvió a traer lo que llaman el “Marriage Penalty”, o sea, que al uno decir la verdad en la planilla de que está felizmente casado, y convives bajo el mismo techo, te cuesta. Eso no hace sentido. El Estado debería aplaudir que dos personas decidieron unir sus vidas y que vivan bajo el mismo techo, y que digan la verdad. La alternativa que le da el Estado hoy a uno es mentir. He conocido personas que cada 31 de diciembre se separan y el primero de enero se juntan nuevamente, técnicamente hablando; para poder decir que viven bajo techos separados, cuando no es cierto. El Estado te obliga a mentir para no tener que pagar más contribuciones. Eso no hace ningún sentido y eso lo vamos a cambiar. Lo otro es que mi esposa es abogada desde hace veinte tantos años y ha trabajado en la casa, y fuera de la casa toda la vida. Cuando vinieron los niños -nosotros tenemos trillizos- se le hizo imposible trabajar fuera de la casa. Pero después de un tiempo, regresó a trabajar a tiempo parcial fuera de la casa. Hoy día, en muchos matrimonios los dos trabajan; pero si tienen un número de hijos, o si hay unas circunstancias que requieran la presencia de uno de los dos a tiempo completo trabajando en la casa, se hace bien difícil porque los ingresos bajan. Nosotros tenemos un crédito al trabajo a personas que tienen ingresos de 20,000 dólares netos o menos (esto después de deducciones; realmente es como 28,000 dólares en términos bruto) para que se propicie el trabajo y no se obligue a ir a trabajar al cónyuge, que por otras circunstancias no puede ir a trabajar; sino que se le premie con un crédito al trabajo, al que está trabajando. O sea, que en vez de penalizarlo, se le premia. No se sí he contestado todas las preguntas, si hay alguna que se quedó por favor me puedes corregir. Dr. Zaffaroni : Si, me parece que han sido contestadas. Gracias. Entrevista al Lcdo. Luis Fortuño 125
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