Koinonía 2008-2009

Giuseppe Zaffaroni es profesor de Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y director del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia La polémica acerca los cinco minutos de reflexión-meditación diaria en el salón de clase revela la confusión actual acerca del significado de la escuela y de la responsabilidad educativas de los maestros. ¿Para qué sirve la escuela? Giuseppe Zaffaroni El debate que ha suscitado en el Senado de Puerto Rico la propuesta de los cinco minutos de reflexión-meditación diaria ha sido especialmente revelador de la confusión actual acerca del significado de la escuela y del papel del maestro. Antes que nada me pregunto por qué preocuparse tanto por la posible influencia ideológica o religiosa de aquellos cinco minutos y tan poco por lo que se influye ideológicamente o religiosamente en el resto del día. Si tenemos miedo de lo que puedan decir nuestros maestros en los primeros cinco minutos, ¿por qué no estar todavía más preocupados por lo que dirán en las cinco horas siguientes? Es evidente que se ha tratado este asunto cómo si estos pocos minutos fueran los únicos momentos educativos de una entera jornada de clase. ¿De veras queremos que nuestros maestros y maestras sean sólo facilitadores neutrales, funcionarios estatales sin rostro, sin identidad, sin pasiones y sin ideales, que adiestran sólo en competencias y valores constitucionales? En realidad la discusión sobre un asunto tan marginal, ha logrado poner en evidencia el problema central de nuestro sistema educativo. La ambigüedad fundamental consiste precisamente en el pretender dar una educación neutral. Hablar de una educación neutral es como hablar de un círculo cuadrado. O se renuncia al ideal de una escuela que educa o hay que tener el valor de preguntarnos a qué estamos educando y a qué queremos educar. No basta decir que se deben enseñar valores y derechos humanos, porque hay que decir de cuáles valores y derechos estamos hablando. Con la ilusión de mantenernos en lo “políticamente correcto” y en el respeto del pluralismo ideológico de nuestra sociedad, corremos el riesgo de vaciar la escuela de todo lo que la hace interesante Debates 156