Koinonía 2008-2009
49 Pero una teología que se retira de la racionalidad ontológica acaba inclinándose totalmente sobre la instancia ética y reduciendo la liberación del hombre en Jesucristo a un proyecto moralizante y pietista que pronto habrá de recibir los embates de una crítica filosófica que pretende hacer tabula rasa con esa fe degradada y con la dimensión religiosa del hombre reducida a lo interior y privado, en vez de autenticarlas, con lo que la filosofía misma prepara su propia sepultura en manos de la dictadura del positivismo. En consecuencia, en función de una nueva Ilustración cabe redescubrir que el significado universal y ecuménico del “acercamiento recíproco interior, que se ha dado entre la fe bíblica y el interrogarse a nivel filosófico del pensamiento griego, es un dato de importancia decisiva no sólo desde el punto de vista de la historia de las religiones, sino también desde el de la historia universal, un dato que nos afecta también hoy. Considerado este encuentro, no es sorprendente que el cristianismo, no obstante su origen e importante desarrollo en Oriente, haya encontrado su huella históricamente decisiva en Europa. Podemos expresarlo también al contrario: este encuentro, al que se une sucesivamente el patrimonio de Roma, ha creado Europa y permanece como fundamento de aquello que, con razón, se puede llamar Europa” 36 . Por un lado, podemos considerar a Europa no sólo en un sentido empírico-geográfico sino, como parece haberlo planteado Edmund Husserl, como posibilidad de acceso educativo por parte de todos los hombres y pueblos al uso crítico y sistemático de la razón ejercido sobre la propia experiencia. Para afirmar el horizonte de totalidad e infinitud inherente al yo de todo hombre y así humanizar más el propio contexto de experiencia. Nuestra América total está ya desde su origen encaminada en la vida universitaria y por tanto en esa posibilidad de desarrollar la gran tradición que hasta hoy nace del patrimonio griego, críticamente depurado, desarrollado e integrado por la fe cristiana. Por otro lado, América, como “raza cósmica” (Vasconcelos) que integra en su mestizaje cultural a los pueblos precedentes y a hombres de todas las razas, etnias y naciones, pues su sentido de la hospitalidad y del encuentro, forjado desde su sensibilidad por la verdad de la fe cristiana, prevalece sobre sus desgarros, es un laboratorio nato para el diálogo de 36 Benedicto XVI, “Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones”, e n la Universidad de Regensburg, 12/IX/2006. Ampliar la razón para vivir hoy la universidad
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