Koinonía 2008-2009

75 José M. Herrero Mombiela es profesor de Teología y Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico De cómo armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría evolucionista José M. Herrero Mombiela No es mi propósito defender o impugnar el evolucionismo. Esta tarea compete de lleno a la ciencia y, por tanto, a los científicos. Intento mostrar simplemente cómo la narración bíblica sobre el origen del mundo y la aparición del hombre sobre la tierra no sucumbe en sus contenidos esenciales ante las explicaciones científicas que nos brinda el evolucionismo. La evolución no puede presentarse como argumento decisivo de la inexistencia de Dios. Así lo creía C.R. Darwin: “Mr. Darwin, escribe su hijo, me ruega que le diga que recibe tantas cartas que no puede contestarlas todas. Él considera que la teoría de la evolución es bastante compatible con la creencia en Dios, pero que usted debe recordar que cada persona tiene un concepto diferente de lo que entiende por Dios” 57 . Este texto está escrito en el año 1879, tres años antes de morir. La misma convicción le hace saber mucho antes a Asa Gray, en el año 1860. “Ciertamente, estoy de acuerdo con usted en que mis opiniones no son ni mucho menos necesariamente ateas ” 58 . Mi explicación girará en torno a dos temas principales. En una primera parte presentaré de forma general la posibilidad de armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría evolucionista sobre el origen del 57 Darwin, C., Autobiografía, I-II. Selección de Francis Darwin, Alianza Editorial, Madrid, 1977, I, 110. 58 Op. cit., v. II, p. 350-351. En ocasión del aniversario de la publicación de El origen de las especies de Charles Darwin (1859) vuelve el debate acerca de la posibilidad de armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría de la evolución. Una exposición clara y rigurosa del problema de los orígenes visto desde la Biblia y desde la teoría de la evolución. Aniversarios

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