Koinonía 2008-2009
78 ¿Contradicción o aporía entre los relatos bíblicos y las teorías científicas? ¿Las afirmaciones bíblicas sobre la creación del mundo son incompatibles con la teoría de la evolución? ¿Aceptar la Escritura implica rechazar la ciencia? O a la inversa: ¿Seguir la teoría científica de la evolución impone renunciar a las enseñanzas de la fe bíblica? Los concordistas pretenden estérilmente armonizar las teorías científicas con los relatos bíblicos, intento que termina con el descrédito de la Biblia. Aun cuando permanezcan oscuros algunos puntos de la teoría de la evolución, nadie puede aceptar hoy la existencia de plantas, animales y hombres en el principio del universo, ni siquiera en los albores de nuestro planeta, tal como aparece en la narración bíblica. La exégesis actual, sobre todo y gracias al Padre Lagrange, ha seguido otro camino. Distingue en los relatos bíblicos, como en cualquier otro libro, el fondo y la forma. La forma es el género literario usado por el autor, que en este caso podría denominarse poético-didáctico. El fondo lo constituyen las verdades religiosas que pretende transmitir. La Biblia es un libro eminentemente religioso. El autor sagrado no está enseñando cosmología, aunque utilice la de su tiempo. En definitiva, tanto el evolucionismo como el fixismo escapan a la perspectiva e intención del hagiógrafo. La Biblia no está a favor de uno o de otro; está fuera de uno y de otro sistema. En ningún pasaje, la Escritura quiere enseñarnos nada sobre el modo de realizarse la aparición del hombre sobre la tierra ni sobre la formación del universo. El protoevangelio no es un reportaje histórico que nos detalla los primeros momentos del hombre sobre la tierra. La Biblia nos trae un mensaje religioso acerca del mundo y del hombre que es menester conservar más allá de toda forma literaria o modo narrativo. Transcribo los puntos doctrinales de los once primeros capítulos del Génesis que es preciso mantener, según establece el Suplemento del Nuevo Catecismo Holandés para Adultos: -“Dios crea y da crecimiento, tal como lo proclama el poema de la Creación (Gn 1) y las grandes genealogías, que no deben tomarse al pie de la letra. -“El hombre está destinado a la amistad con Dios, tal como lo da a entender la historia del paraíso terrenal (Gn 2). Pontificia de Ciencias, reunidos en Roma para su asamblea plenaria, 22 de octubre de 1996. L’Osservatore romano, edición en lengua española, n. 43, 25 de octubre de 1996, p. 5, n. 5). De cómo armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría evolucionista
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