Koinonía 2008-2009
90 4.- El origen del ser humano Es correcto pensar que el primer ser humano en su totalidad procedió del homínido. Pero, ¿cómo se llevó a cabo este salto? Por medio de la evolución, nos dice hoy la ciencia. La vida racional brota desde las estructuras psicosomáticas del homínido o prehombre por el mecanismo de la evolución. Aparentemente, todo transcurre como si el paso de la sensibilidad a la razón ocurriera como efecto propio y natural de la estructura animal anterior. Esta es la apreciación que tiene el científico. Nada extraño ha acontecido fuera del curso natural. Y es verdad, ya que el prehombre origina y determina el surgimiento del primer ser humano en su totalidad. Sin embargo, en la génesis del ser humano ocurre una superación del homínido, ya que origina no otro homínido, sino una persona humana, inteligente y libre. ¿Puede la vida sensitiva por sí misma autosuperarse y engendrar un individuo dotado de una vida esencialmente superior? Pensamos que no. El salto es desproporcionado; supera las posibilidades del homínido. El efecto y la causa deben guardar proporción. Y en este caso no existe. Nunca el efecto, como tal, puede superar a su causa en perfección, puesto que depende en todo su ser de la causa. “Todo efecto, escribe santo Tomás, depende de su causa en la medida en que es causa del mismo ” 99 . Por eso, si la perfección del efecto no estuviera en la causa, de ninguna manera podría comunicársela al efecto. Todavía más claro: “Y, por tanto, vemos en las cosas naturales que ninguna de ellas puede realizar por su operación un efecto que exceda su virtud operativa, sino que sólo puede hacer por su operación aquellos efectos que son proporcionados a su capacidad ” 100 Aparentemente, el homínido engendra el ser humano, como en su día la materia inorgánica originó la vida, y de la vida incipiente, por mutaciones sucesivas, surgieron especies superiores hasta culminar en la cima del ser humano. Pero, estos hechos innegables precisan un análisis más riguroso y una solución más conforme con la razón. En el pueblito donde nací, de una roca maciza, brotan manantiales de agua viva, pura y cristalina. Se llaman “Los fontanales”. Este es el fenómeno maravilloso que contemplan nuestros ojos asombrados. ¿Puedo consiguientemente colegir que la roca produce el agua que salta de sus entrañas? Desde la roca, efectivamente; pero por la roca claramente, no. Llega por un venero, desde un río subterráneo. . 99 1, q. 104, a. 1, c. 100 1-2, q. 109, a. 5, c. De cómo armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría evolucionista
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