Koinonía 2008-2009
95 instrumental ejerciendo su acción propia. Así, el pintor, plasmando la pintura en el lienzo, operación propia del instrumento, va construyendo el cuadro. El escritor, formando trazos, acción propia de la pluma, construye letras, palabras y oraciones que expresan sus ideas. c) De cómo Dios y el homínido originan el ser humano. El homínido engendró, en su día, el ser humano en su totalidad, pero no es causa de la misma manera de todo el ser humano engendrado. Es causa principal segunda respecto del organismo animal que transfiere y queda en el ser humano, pero alcanza sólo categoría de causa instrumental en el origen de lo específicamente humano, es decir, de la racionalidad. El homínido sólo es capaz de engendrar por su propia virtud como causa segunda otro homínido. Pero en el preciso momento de la hominización, es decir, del salto a la categoría de individuo humano, interviene la misma acción creadora de Dios, haciendo que el homínido engendre un individuo de especie superior a su propia naturaleza, no por su propia virtud, sino por el poder creador de Dios. Cuando un homínido engendra otro homínido o un grano de trigo produce una generosa espiga, el homínido y el grano de trigo son verdaderas causas segundas del nuevo homínido y de los granos de la espiga. En este caso, Dios hace también todo el efecto como causa principal primera. Como el obrar sigue al ser, si Dios está haciendo el ser, hace también el obrar. Por eso, el efecto lo hacen en su totalidad la causa primera y las causas segundas. La primera, como fuente inicial; la segunda, por la virtud recibida de la causa principal. Pero en los saltos de individuos de una especie inferior a otra superior, los individuos inferiores no actúan como causas segundas. Se limitan a aportar su colaboración como causas instrumentales. No poseen capacidad propia para originar un ser humano, como un pincel no la tiene para pintar un cuadro o una pluma para escribir un libro. En cambio, el homínido es causa instrumental del ser humano que viene a la vida, por cuanto al realizar su operación propia, engendrar otro homínido, la causa principal primera, Dios, se sirve de este mismo acto generador del homínido para lanzar a la existencia un ser superior: el hombre, como el pintor se vale de los trazos del pincel para crear el cuadro. Ahora bien, el efecto de la causa superior se lleva a cabo por el mismo acto propio de la causa instrumental. De cómo armonizar el relato bíblico de la creación con la teoría evolucionista
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