Koinonía 2009-2010

Doctrina Social de la Iglesia a la prueba 47 Juan Pablo II vaticinó la crisis financiera Eduardo Rafael Carrasco Los peligros de una “financierización” de la economía, denunciados por Juan Pablo II muchos años antes de que explotara la actual crisis económico-financiera. La razón que justifica la intervención papal en los temas económico- financieros es la tutela de los seres humanos, especialmente de los más pobres. Juan Pablo II ubica el fenómeno de la llamada “financierización” de la economía 1 , dentro del contexto de la globalización. En realidad este tema ya lo estaba reflexionando desde el año 1991, con motivo de la promulgación de la encíclica Centesimus Annus , donde expresamente señalaba el fenómeno moderno de la economía planetaria en la que crecía la internacionalización de las actividades económicas, y las consecuentes oportunidades que se abrían para la humanidad en procura de un mayor bienestar. Pero allí mismo ya había alertado también sobre la falta de correspondencia entre ese crecimiento y los adecuados órganos internacionales de control y de guía válidos para orientar a la economía hacia el bienestar común. Estos órganos serían tanto más necesarios debido a que un Estado solo no podría emprender ese cometido, incluso aunque fuese el más poderoso de la tierra 2 . Fiel a sus propuestas para generar una gran concertación entre los países más grandes y los organismos internacionales, proponía también contar con la presencia y participación de todos los integrantes de la gran familia humana , de modo de promover acciones solidarias en atención a los más necesitados y con mayores dificultades. La situación existente al filo del fin del siglo XX, lo lleva a observar la aventajada expansión de los mercados financieros, y a advertir en primer término, que las transacciones financieras han superado ya en gran 1 Discurso a la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice,11.09.99. 2 Centesimus annus n. 58 Eduardo Rafael Carrasco es profesor de Economía y de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Católica de Buenos Aires