Koinonía 2009-2010

Juan Pablo II vaticinó la crisis financiera 53 Alerta sobre el perjuicio que tendrían los más débiles, pues serían los primeros en pagar las consecuencias de una crisis eventual. Alerta también sobre el funcionamiento de un sector como el financiero, muy expuesto a la especulación. Alerta sobre la necesidad de establecer un sistema de justicia global que aplique las normas convenidas por todos los actores. Fortalezas éticas y debilidades técnicas Llegado a este punto, es cierto afirmar que un enfoque ético no puede precisar cuándo puede dispararse una crisis. Pero también es cierto reconocer que aún los prestigiosos institutos y organismos internacionales técnicamente competentes para ello, fueron incapaces de precisar con anticipación la gravedad de las circunstancias. Y eso ocurre esencialmente no tanto por una dificultad en los mecanismos de control, sino más bien en los hombres concretos que manejan esos mecanismos, y por las causas que el propio Pontífice advirtió. Al respecto resulta notable la concordancia, cuando desencadenada la crisis, desde diversas partes del mundo se alzaron voces criticando la codicia y falta de responsabilidad de las instituciones y personas intervinientes. Extrañamente los responsables técnicos concluyeron hablando de la ausencia de moral. Un aspecto derivado y también de importancia de este enfoque de Juan Pablo II es que permite proponer vías de solución orientativas y simultáneamente, evaluar las propuestas técnicas referidas al problema. Así, siendo el fundamento del enfoque ético la dignidad de la persona humana y sus consiguientes deberes y derechos, aparece claro que las soluciones no pueden pasar exclusivamente por un rescate de las entidades financieras involucradas, y el desconocimiento del daño consecuente sobre los ahorristas, los deudores, y el sector productivo de la economía. En segundo lugar, habiendo sido criticada tras la crisis, la búsqueda excesiva de las riquezas, resulta clarificador entender que los sistemas actuales de premios y bonus atados a las rentabilidades, acaban por dificultar la transparencia de los mercados induciendo a actividades arriesgadas que desembocan en crisis financieras y económicas. Otras propuestas Esta misma perspectiva fundamentada en la dignidad de la persona humana le permite naturalmente a Juan Pablo II sugerir algunas propuestas concretas (pero no técnicas).

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=