Koinonía 2010-2011
nexo entre exégesis, magisterio y eventos naturales ha sido siempre el fruto de una “búsqueda fatigosa”, como demuestra el mismo “caso Galileo”: “Hasta aquel momento – de hecho – parecía que la visión geocéntrica del mundo estuviera ligada en modo inextricable a cuanto la Biblia había revelado; parecía que quien estaba a favor de la visión heliocéntrica del mundo disgregaba el núcleo de la Revelación. Era necesario revisar a fondo la relación entre la apariencia externa, la verdad y el mismo mensaje del conjunto, y solo lentamente habría sido posible elaborar los criterios que habrían permitido poner en relación correcta entre ellas y la racionalidad científica y el mensaje específico de la Biblia” . 12 De esta larga y fatigosa búsqueda - cuya tensión nunca podrá considerarse resuelta-, de este largo y lento camino, nos proponemos individuar algunos elementos doctrinarios que desde el inicio han caracterizado el debate desde el interior y el exterior de la teología. Pero, todavía, antes de penetrar en el examen de algunos aspectos paradigmáticos del pensamiento de Roberto Belarmino, es útil introducir dos premisas esenciales, con el fin de permitir una comprensión más completa de los factores y contextos que han conducido a los desarrollos inesperados y, desde un cierto punto de vista, atípicos. En primer lugar, es oportuno sacar del medio una extraña y errónea interpretación: de hecho, en general, la gente piensa que la teología tout court, y en particular aquella relativa a los siglos XVI y XVII, haya sido siempre favorable a establecer nexos y relaciones con las novedades científicas. Por el contrario, podemos afirmar que, como han evidenciado importantes estudiosos – desde Fabris a Martini, hasta Blackwell a Mcmullin – 13 12 J. Ratzinger, Il rapporto fra Magistero della Chiesa ed esegesi, in Atti della Giornata celebrativa per il 100° anniversario di fondazione della Pontificia Commissione Biblica , Città del Vaticano, Libreria Editrice Vaticana, 2003, pp. 50-61. la cuestión del nexo entre la Biblia y la ciencia y, en particular, entre la teología bíblica y el copernicanismo, no ha sido tema expuesto en el debate exegético del los inicios del Seiscientos, y se ha impuesto solo después de las primeras reacciones “académicas” al Sidereus Nuncius de Galileo. Y esto en virtud de un motivo muy simple: no le compete al teólogo la tarea de determinar las concepciones cosmológicas del universo, más bien él las supone y las obtiene de aquellos que son los estándares reconocidos y aclarados por la 13 Cf. Rinaldo Fabris, Galileo Galilei e gli orientamenti esegetici del suo tempo , Città del Vaticano, Libreria editrice Vaticana, 1986, pp. 44; Carlo María Martini, Gli esegeti del tempo di Galilei , in Nel quarto centenario della nascita di Galileo Galilei , Milano, Vita e Pensiero, 1966, pp. 115-124; Ernan MCMullin, Galileo on Science and Scripture , in The Cambridge Companion to Galileo , ed. by P. Machamer, Cambridge, Cambridge University Press, 1999, pp. 271-347; Richard Blackwell, Galileo, Bellarmine and the Bible , Notre Dame, University of Notre Dame press, 1991.
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