Koinonía 2014-2015

76 koinonía | anuario 2014-2015 La lista de preguntas sería infinita. Pienso que realmente nadie sabe qué hacer. Obama tampoco, pero no lo puede decir. No así Papa Francisco. Pide insistentemente que el genocidio sea detenido, pero no tiene la fórmula para hacerlo. Y pide oraciones. En las últimas semanas Francisco no se ha cansado de invitar a todos a la oración. Esta insistente invitación, ¿es una huida de la realidad o es precisamente afirmar que hay que partir de la realidad (reconocemos que somos impotentes y no tenemos soluciones)? ¿Es espiritualismo o realismo de quien sabe que sin un cambio de mentalidad, sin conversión, nuestras acciones siguen sembrando violencia y muerte como los que queremos combatir? ¿Es cobardía o es poner en movimiento la libertad de la persona con un gesto inmediato? El Papa sabe que “…también hoy en la sombra, hay intereses, estrategias geopolíticas, codicia de dinero y de poder, y está la industria armamentista…”. ¿De veras el Papa es ingenuo cuando pide que se detengan los “planificadores del terror… organizadores del desencuentro”, refiriéndose a los traficantes de armas y a los que los encubren? Tal vez detener el flujo de armas sea más eficaz que bombardear indiscriminadamente desde el cielo. ¿Y si la fe y la oración llevaran a entender mejor la realidad y a tomar acciones más sabias, equilibradas y eficaces? Tal vez las “bombas” del Papa van más lejos que las bombas de Obama. (Artículo publicado en El Nuevo Día , 19 de septiembre de 2014, p.64)

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