Koinonía 2015-2016
106 koinonía | anuario 2015-2016 rescatarla de golpe, con un único gesto suicida-homicida, que al mismo tiempo permite acabar con una existencia vacía e inútil (a veces fracasada) y conquistar la deseada felicidad plena del paraíso. Aquí se encuentra el desafío más agudo a nuestra cultura occidental, relativista y consumista, que ha intentado fascinar y conquistar el mundo entero con la promesa de una felicidad posible ya desde ahora gracias al gozo ilimitado de los bienes presentes. Pero, ¿y si alguien no tiene acceso a estos bienes? Y más dramáticamente, ¿si alguien que tiene acceso a estos bienes se da cuenta de que no bastan para satisfacer los deseos del corazón? ¿Si alguien desea ser protagonista de la historia y dar la vida por algo verdaderamente grande? El fundamentalismo islámico se ofrece precisamente como respuesta a estas inquietudes: es la razón por la cual también jóvenes que no tienen una afiliación directa con Isis o Al Qaeda pueden de repente decidirse por una acción terrorista. Estaríamos bien equivocados si la tratáramos como una problemática exclusiva de los jóvenes inmigrados en Europa: estas son las preguntas de todos los que no nos resignamos a que la vida sea solo el pequeño disfrute de bienes de consumo, sin horizonte ni ideal. ¿Hay una alternativa al obtuso disfrute presente del consumidor y a la felicidad futura del fanático fundamentalista? ¿Dónde encontrar a alguien capaz de dar un horizonte grande a la vida presente y de hacerla amar con pasión en todos sus aspectos? Necesitamos encontrar experiencias, no discursos. Tal vez sea precisamente esta la secreta exigencia que llevará a Cracovia, junto al papa Francisco, también a tantos jóvenes puertorriqueños para la inminente Jornada Mundial de la Juventud. (Artículo publicado en paginasdigital.es el 29 de julio de 2016)
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