Koinonía 2015-2016

42 koinonía | anuario 2015-2016 nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo… Gaudí, con su obra, nos muestra que Dios es la verdadera medida del hombre. Que el secreto de la auténtica originalidad está, como decía él, en volver al origen que es Dios. Él mismo, abriendo así su espíritu a Dios ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma. Así expresaba el arquitecto sus sentimientos: «Un templo [es] la única cosa digna de representar el sentir de un pueblo, ya que la religión es la cosa más elevada en el hombre». La obra más importante a la que estamos llamados a realizar en nuestra vida, regalo de Dios, es hacer lo que Él quiera siempre y en todo. A esa obra maestra de la vida estamos todos llamados en nuestras respectivas vocaciones. Eso es ser santo. Y esto es lo que Gaudí nos recuerda y nos alienta a realizar no sólo con sus obras y edificios, sino sobre todo con la obra de su vida y persona. reflexiones extras a la presentación: Notas biográficas y místicas del artista Antoni Gaudí i Cornet nació el 25 de junio de 1852 en Reus, en la provincia catalana de Tarragona. Era hijo de Antonia Cornet i Bertran y de Francesc Gaudí i Serra, que morirá los 93 años de edad. Ella era hija de un calderero y Francisco era calderero, un artesano dedicado a la fabricación de aparatos para destilar vinos, de alambiques de cobre. Antonio era el menor de 5 hijos, dos de los cuales murieron de corta edad. Fue bautizado al día siguiente de nacer y poco menos de un año y medio después, fue confirmado. Su nacimiento fue laborioso y Antonio nació endeble, con reumatismo congénito que le mortificaría toda su vida. No pudo entrar a la escuela por esta condición hasta los 6 años de edad.

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