Koinonía 2015-2016

58 koinonía | anuario 2015-2016 «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos y he bajado a liberarlos « (Ex 3,7s). Dios escucha los clamores de un pueblo sufriente y, por esa sola razón, se decide a emprender la acción liberadora. A esta acción del amor así estructurada la llamamos «misericordia». Y de ella hay que decir: a) que es una acción o, más exactamente, una re-acción ante el sufrimiento ajeno interiorizado, que ha llegado hasta las entrañas y el corazón propios (sufrimiento, en este caso, de todo un pueblo infligido injustamente y a los niveles básicos de su existencia); y b) que esta acción es motivada sólo por ese sufrimiento. Nos dice Jon Sobrino, teólogo que acuñó el término principio misericordia, que el sufrimiento ajeno interiorizado es, pues, principio de la reacción de misericordia; pero ésta, a su vez, se convierte en principio configurador de toda la acción de Dios, porque: a) permanece como constante fundamental en todo el Antiguo Testamento (la parcialidad de Dios hacia las víctimas por el mero hecho de serlo, la activa defensa que hace de ellas y su designio liberador para con ellas); b) desde ella cobra fuerza interna tanto la historización de la exigencia de la justicia como la denuncia de los que producen injusto sufrimiento; c) a través de esa acción -no sólo con ocasión de ella- y de sucesivas acciones de misericordia, se revela el mismo Dios; y d) la exigencia fundamental para el ser humano y, específicamente, para su pueblo es que rehagan esa misericordia de Dios para con los demás y, de ese modo, se hagan afines a Dios. la misericordia según jesús La misericordia de Dios es la que aparece historizada en la práctica y en el mensaje de Jesús y configura su vida y su misión y le acarrea su destino. Y es también lo que configura su visión de

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=