Koinonía 2015-2016

69 instituto de doctrina social de la iglesia | pucpr Durante el año jubilar de la Misericordia y todos los años tenemos una misión como cristianos: permitir, reflejar, dejar ver el Rostro Misericordioso de Dios. Jesús es el Rostro misericordioso del Padre-Dios. Misión que Jesús delegó a los apóstoles y a su Iglesia: la misión de transmitir la misericordia del Padre. En noviembre 2015 el Papa Francisco nos exhortaba diciendo: “las familias cristianas hagan del umbral de sus casas un pequeño gran signo de la Puerta de la misericordia y de la acogida de Dios… En las catedrales del mundo y de Puerto Rico se abrieron las puertas del Jubileo de la Misericordia. Para transmitir y predicar sobre la misericordia de Dios las personas necesitamos signos: la puerta. Un signo significativo porque la Puerta es entrada y es salida. La puerta del año de la Misericordia podemos abrirla en cada familia . El Padre o la madre de familia cristianos debemos iniciar este gesto en nuestras casas. La Iglesia lo hizo para la Iglesia universal. La familia puede abrir esa Puerta de manera que podamos en familia ejercitarnos en la Misericordia. Papá, mamá e hijos, abuelos, tíos, primos, amigos y vecinos invitarlos para juntos abrir la puerta en casa. ¡Tantos niños y niñas, jóvenes y adultos, padres que al salir de la escuela, del trabajo llegan a casa y cuando abren la puerta del hogar no hay nadie que les reciba! Cuando entramos por esa puerta no vemos rostros de alegría. Nos hallamos frente a rostros cansados, disgustados, desesperanzados y llenos de incertidumbre por el mañana. A veces, al pasar por la puerta del hogar cuántos hombres y mujeres llegaron con la carta de despido en las manos. Otras veces llegamos con noticias de los resultados de laboratorios de mami o de papi o de los nenes indicando que tienen cáncer. San José, esposo de María y padre de Jesús, fue un personaje oculto en la teología erudita desde que se fundaron las escuelas catedralicias y universidades. Leonardo Boff afirma “Pero no por eso fue totalmente olvidado. Su devoción se refugió en el seno del pueblo