Koinonía 2015-2016

94 koinonía | anuario 2015-2016 humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo. Por eso no debería llamar la atención que, junto con la omnipresencia del paradigma tecnocrático y la adoración del poder humano sin límites, se desarrolle en los sujetos este relativismo donde todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses inmediatos (LS, 87, 88, 89). Se lamenta, con razón, que nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien. Resulta evidente su observación de que la técnica separada de la ética difícilmente será capaz de auto limitar su poder, pues ésta obedece únicamente a los supuestos imperativos de la utilidad y de la seguridad. Es preciso convocar a un diálogo sustentado en principios. convocatoria al diálogo solidario (LS, 155 a 158) El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana. Debe prestar atención al mundo natural y “tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado. Por lo tanto, la capacidad de transformar la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios” (LS 155). Seguidamente identificamos los principios que el Papa Francisco acentúa como condiciones para la integración ecológica de la humanidad, la naturaleza y la técnica. Ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano. Debe regirse por los siguientes principios:

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