La convocatoria de una semilla: Fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de Puerto Rico | Cuarta Edición
118 pontificia universidad católica de puerto rico nosotros mismos y el respeto fraternal hacia todos. Es bandera de valor, de amistad, de tenacidad, de paz y de esperanza: las grandes cualidades del pueblo puertorriqueño. Va en los pliegues de esta bandera una actitud humanista que mantiene nuestro pueblo a distancia del obsolescente nacionalismo y lo hace sentirse mejor como miembro de la cristiandad que como habitante de demarcación política. Nuestro pueblo vive logrando cada vez más la imagen de sí mismo que merece la estima de su corazón: un pueblo albergado en viviendas que sean pocas de extremo lujo, ninguna de arrabal; con la oportunidad de trabajo honroso a remuneración adecuada para un sereno buen vivir –esa imagen la pone el corazón de nuestro pueblo en esta bandera. La tranquilidad de las familias al saber que sus hijos han de educarse y que para la enfermedad, la vejez y la dureza de la suerte han de llegar a tener razonable amparo –esa imagen la pone el corazón de nuestro pueblo en su bandera. Que algunos, cuando su esfuerzo lo merezca, tendrán algo más que esto, y acaso mucho más que esto, pero que nadie tendrá menos que esto– esa imagen la pone el corazón de nuestro pueblo en su bandera. Que la labor se haga con gusto, con libertad, con deber y con derecho, con respeto de los unos para los otros; que el ejercer la iniciativa privada para el bien general se conciba como un deber en vez de solamente como un derecho –esa imagen la pone el corazón de nuestro pueblo en su bandera. La buena práctica de la libertad también está en el símbolo que hace el corazón de nuestro pueblo: que son profundamente incultos tanto la negación como el abuso de la libertad y contrarios a la virtud del espíritu humano –esto lo pone nuestro pueblo en la visión de su bandera. Que entre esas dos maneras incultas es preferible el abuso de la libertad a su negación –también lo pone nuestro pueblo, con estoicismo democrático, en esta bandera. Que preferible a ambas es el uso de la libertad con la dignidad que la libertad merece –eso, por sobre todo, lo pone el corazón de nuestro pueblo en el significado de su bandera. El sentimiento fraternal, ya he dicho, hacia todos los hombres de la tierra, está en esta bandera. Y que cada vez sepamos mejor lo que ya sabemos bien: que los hombres de todas partes nos parecemos los unos a los otros mucho más de lo que no nos parecemos –ese buen saber lo pone Puerto Rico en su bandera.
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