La convocatoria de una semilla: Fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de Puerto Rico | Cuarta Edición
27 la convocatoria de una semilla: fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de puerto rico de los propósitos que tenía de desempeñar la comisión que se le había encomendado en bien y por la felicidad de la patria. Ya luego y para cerrar el acto habló el Obispo don Juan Alejo de Arizmendi, primer y único puertorriqueño que ha ocupado la diócesis de Puerto Rico. “ Todo lo que habéis prometido –comenzómanifestando– lo esperaba el pueblo y la Isla entera de su buen hijo cuyo espíritu católico, lleno de patriotismo y caridad todos reconocemos… ”. Pero al llegar aquí, visible y profundamente conmovido, se detuvo. Se adelantó hacia el presbiterio. Se despojó de su anillo pastoral y como urgido por íntimo y apretado sentimiento, lo depositó en las manos de Power Giral: “Como prenda s egura –terminó diciendo el Obispo, con voz solemne que tan pronto vibraba de energía como se velaba con acento de irreprimible emoción– que os afirmará en la memoria vuestra resolución de proteger y sostener los derechos de nuestros compatriotas, como yo mismo la tengo de morir por mi amada grey ”. La significación de esta ceremonia, –que con sus discursos esmaltados de repetidas referencias a nuestros compatriotas, los naturales de Puerto Rico y a sus justos derechos señala cabalmente la primera revelación del amor criollo a la tierra nativa, manifiesta el concepto de patria circunscrito por la geografía y marca el preciso instante cuando aflora nuestra conciencia de pueblo y cobra categoría rectora lo puertorriqueño– fue comprendida por el elemento insular que clamaba por franquicias en su propia tierra y confiaba en el advenimiento del nuevo régimen que había de significar el término de nuestros males y el principio de nuestra prosperidad . 20 20 Lidio Cruz Monclova, Historia de Puerto Rico (Siglo XIX), 5. ta Edición, Río Piedras: Editorial Universitaria (1965), pp. 20-21. Véase también: Arturo Dávila, «El anillo del Obispo», Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Historia, Vols. XXII-XXIII , Enero 2002 - Julio 2003, pp. 159-190 y Archivo Histórico Arquidiocesano Archivo Histórico Catedral, Cabildo Libro IX Actas Capitulares Folio 63-66 caja 18, 16 de agosto de 1809. Esto fue así hasta el nombramiento de Luis Aponte Martínez como obispo auxiliar de Ponce. Al igual que Power, el obispo Arizmendi ofrendó su vida por su pueblo y de la mano indirecta de las persecuciones del gobernador Meléndez Bruna.
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