La Salud Mental en Puerto Rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas

la salud mental en puerto rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas 11 personas de edad avanzada, las estadísticas señalan que el 3% de los gerontes recibió servicios por ASSMCA, 46% por la Reforma de Salud y el 51% no fue atendido. Los datos expuestos sustentan que a pesar de la patología detectada, por los estudios de prevalencia, la mayoría de la población no accedió a los servicios de salud mental. Las estadísticas de los estudios presentados en este estudio llevan al planteamiento sobre la necesidad de prestar atención particular a la problemática de la salud mental en Puerto Rico, al medioambiente donde este es manifestado, a la prevención y a la promoción de la salud. Es preciso identificar medios y estrategias de intervenciones que permitan aportar positivamente a la atención de la problemática de la salud mental. Tanto los grupos de profesionales, las redes de apoyo, así como las diversas organizaciones y el gobierno deben aunar esfuerzos para establecer entornos saludables, que persigan el propósito de una mejor calidad de vida ciudadana. Es necesario señalar que el cuidado que necesita la población con problemas de salud mental, o en riesgo de tenerlos, requiere de la identificación e intervención tempranas, así como de la evaluación y tratamiento adecuados y a tiempo. El reconocimiento de los problemas de salud mental requiere una valoración cuidadosa, tanto de los síntomas como del contexto de las experiencias. Los problemas de salud mental, interrumpen el pensamiento, el estado de ánimo, la habilidad de relacionarse con otros y el funcionamiento diario de una persona y disminuyen la capacidad que tienen las personas para afrontar las demandas ordinarias de la vida. En diversas investigaciones se presentan resultados que son cónsonos con los criterios de inclusión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales , por sus siglas DSM IV , sobre algunos de los trastornos expuestos. Mills y Turnbull (2008) presentan en su investigación sobre el estrés postraumático que muchas personas, especialmente aquellos que fueron prisioneros de guerra, exhiben mayor hiperactivación, tienden a ser más irritables y volátiles, usando la violencia física o verbal. Por su parte, el autor, Jon Mills (2008), expone que en ocasiones traumas desarrollados a través del crecimiento intervienen en las estructuras de la formación de la personalidad y hacen más susceptibles a estas personas ante ciertos eventos traumáticos llevándolos a desarrollar estrés postraumático. Sin embargo, no se puede generalizar o declarar que todo paciente de estrés postraumático lo sea porque su estructura psicológica ha sido alterada por traumas anteriores. La predisposición a ciertas características o reacciones existen a consecuencia de déficits

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