La Salud Mental en Puerto Rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas
la salud mental en puerto rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas 5 servicios de salud mental eficientes y eficaces. La necesidad de servicios en el área de salud mental es significativa y creciente. La misma se hace particularmente evidente en los servicios de emergencia y hospitalización, cuando acuden comunidades de alto riesgo como son los aquellas que han experimentado intentos suicidas, maltratos y psicosis, entre otros. El cuidado que necesita la población con trastornos mentales, o en riesgo de tenerlos, requiere de la identificación e intervención tempranas, así como de evaluación y tratamiento ambulatorio. Asimismo, las poblaciones que sufren de trastornos mentales requieren de una atención particular en cuanto a los sistemas de cuidado de salud mental, para que puedan tomar la decisión de participar y mantenerse en tratamiento, al igual que para lograr la estabilización de sus síntomas. Los servicios de salud mental en Puerto Rico se han visto afectados por elementos socioculturales, políticos y económicos que, en ocasiones, han obstaculizado su prestación óptima y el acceso a dichos servicios de las personas que más lo necesitan. A partir de lo expuesto, es meritorio adoptar un modelo biopsicosocial o comunitario, el cual tenga como uno de sus objetivos principales la prevención y el cual se caracterice por la participación activa de la persona y de su entorno. Ciertamente, la salud mental requiere considerar, la perspectiva del concepto integral de la salud, en el que se han de atender de forma simultánea los aspectos médicos, psicológicos, sociales, factores ambientales y relacionales, que colaboren en la calidad de vida de la persona durante el proceso de enfermedad, tratamiento y recuperación de la salud. La labor de los profesionales de salud mental, amerita la inserción en equipos de trabajo interdisciplinarios y el desarrollo del concepto de calidad asistencial. Las atenciones que se dispensen deben ser efectivas, eficientes, accesibles y valoradas como útiles por los propios participantes. La calidad de vida, el bienestar social, la prevención y psicoeducación hacia el manejo de posibles riesgos emocionales y psicológicos, así como la maximización del potencial del ser humano (Carrión-Baralt y Batlle-Santiago, en Bernal y Martínez-Taboas, 2005), son focos del que hacer de los profesionales de salud mental. Por tanto, se recalca la integración multidisciplinaria para el ofrecimiento de servicios de salud mental a toda persona que los necesite. De acuerdo a Rivera, Fernández, Torres y Parilla (2004), el desarrollo de los servicios de salud mental en Puerto Rico, a través de su historia, ha estado influenciado por el desarrollo cultural, social, económico y político del país. La evolución de los servicios de
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