La Salud Mental en Puerto Rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas

la salud mental en puerto rico: una mirada desde las estadísticas y las políticas públicas 7 individuo. Los aspectos culturales, sociales, económicos y políticos de Puerto Rico han jugado un rol protagónico en el desarrollo de los servicios de la salud mental (Rivera Mass, s.f.). Entre algunos de estos aspectos se encuentran: el desarrollo histórico de Puerto Rico en el pasado siglo, el creciente número de personas reflejado en el último censo del año 2000, la alta incidencia de desempleo ocasionado por el cierre de diversas empresas y los despidos en el sector gubernamental acaecidos en los últimos años, el aumento en la incidencia criminal y el desarrollo en la prestación de servicios de salud. De acuerdo con el censo del año 2000, en Puerto Rico la media de edad aumentó en comparación al censo del 1990, la cual es actualmente 32.1 años de edad. De otra parte, el nivel de expectativa de vida en Puerto Rico para el hombre es de 74 años mientras que para la mujer es de 71 años de edad, según los datos de la ONU reflejados en Proyecto Tendencias (2005). Esta expectativa de vida es comparable a Cuba, Estados Unidos, Uruguay y Chile (OPS, 2005). En términos de personas por hogar se refleja en el censo del 2000 un descenso en el promedio de 2.98 personas en el componente familiar comparado con la media del 1990 que era 3.31. Sin embargo, hubo un aumento de un 30.6% en hogares liderados por mujeres (sin un esposo presente) lo que equivale al 21.3% de los hogares en Puerto Rico. Es decir, que a la fecha de dicho censo, uno de cada 5 hogares en Puerto Rico era dirigido por una mujer sola. Por otro lado, la reforma de salud de Puerto Rico iniciada en 1993 fue desarrollada con el propósito de eliminar la desigualdad en el cuidado de salud y garantizar el acceso a los servicios de salud. Esto es opuesto al país de México donde se indica que: “Los servicios privados de salud están bastante fragmentados y brindan atención de desigual calidad y con precios variables” (OPS, 2005). De igual manera, un informe de la Organización Mundial de la Salud (2005) señala que en Chile cerca de dos millones de trabajadores no tienen acceso a ninguna clase de protección en materia de salud ocupacional, sin contar los trabajadores sub-protegidos (temporeros, trabajadores de bajo recursos). Indica este reporte que la prestación de servicios en Chile es mixta: por un lado la atención primaria depende de las comunas y por otro lado, los hospitales dependen de la dirección de los Servicios de Salud. Obviamente, la situación de Puerto Rico parece ser un tanto más alentadora que la de los países de referencia en este renglón. A consecuencia del desarrollo sociopolítico de Puerto Rico, la prestación de servicios de salud ha cambiado desde un sistema de

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