Mensaje de la Madre Teresa de Calcuta en la UCPR (5 de julio de 1986)

13 mensaje de la madre teresa de calcuta en ocasión de su visita a la universidad católica de puerto rico el sábado 5 de julio de 1986 Ustedes pueden realizar algo muy hermoso para Dios si crecen en la santidad. La santidad no es un lujo de algunos, es el simple deber de cada uno de ustedes. Es algo muy hermoso que un joven ame a una joven y que una joven ame a un joven. Pero el regalo más grande que ustedes pueden hacerse uno al otro cuando se casen es un corazón puro, un corazón casto, un cuerpo virginal, no tocado, no utilizado. Esto es algo tan hermoso para la juventud, el entregarse el uno al otro. Alg n tiempo atrás, dos jóvenes vinieron a mi casa y me entregaron mucho dinero. Les dije: “¿Dónde han conseguido tantodinero?” Me contestaron: “Hace dos días que nos casamos y antes del matrimonio decidimos que no compraríamos ajuar de novios, no tendríamos recepción nupcial. A cambio, le traemos a usted el dinero.” Les dije: “¿Pero por qué han hecho esto?” –en la India el día del matrimonio es un día muy grande, un día muy hermoso.– Me explicaron: “Nosotros nos amamos tanto el uno al otro, que deseamos compartir la alegría del amor con la gente a quienes usted sirve.” Ahora mis hermanas están aquí. Yo no tengo oro ni plata para darles, pero les doy a mis hermanas y tengo la esperanza y rezo para que ustedes juntos puedan hacer algo hermoso para Dios, para que en esta bella ciudad no haya un hombre, mujer o niño que se sienta no deseado o no amado. Y si ustedes encuentran a un niño, a un hombre o a una mujer a quien nadie quiera, pónganse al habla con las hermanas y ellas lo aceptarán. Nosotros queremos a ese niño, porque ese niño es Jes s en el dolor oculto de los pobres más pobres. Así que recemos. Les doy un consejo: ayuden a sus niños a rezar y recen ustedes porque la oración es una alegría. Nosotras no podríamos hacer lo que estamos haciendo si no rezaremos. Por eso es que comenzamos el día con la Sagrada Comunión y oración, y terminamos el día con una Hora de Adoración. Yo les aconsejaría que le pidan al sacerdote de su parroquia que les dé la alegría de tener Adoración con el Santísimo. Dios los ama a ustedes tiernamente. Dios los ama a ustedes tanto que los lleva grabados en la Palma de su Mano;