Mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña

37 mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña En esta línea de pensamiento, surgen nuevos conceptos para atender y promocionar la salud de las mujeres. Esta propone estrategias concretas, desde una perspectiva centrada en el desarrollo humano y en la promoción de nuevas prácticas de vida y salud. La vida se entiende como el proceso de bienestar que amplía la mirada a todas las categorías que le hacen posible a la mujer una vida humana en buenas condiciones. Entender la salud integral de la mujer es comprender que sus problemas adoptan formasdiferentes en lasdiversas etapasde suvidayen lasdiversas manifestaciones sociales. Por ejemplo, en algunas partes del mundo, las mujeres pueden morir por no tener acceso a los servicios de salud. Mientras, en otras partes, pueden sufrir por exceso de medicalización o el uso inapropiado de tecnologías ultramodernas. Atender a la mujer en el marco de las necesidades humanas fundamentales implica la incorporación de algunas prácticas y conceptos como: 1. Reconceptualizar la salud y el proceso de salud - enfermedad. Esto se podría entender como bienestar, como sensación y percepción placentera y agradable; como garantía de una sobrevivencia digna. Lo que coincide con el concepto integral de salud que tienen las mujeres, concepto desarrollado por ellas mismas en la investigación Mujeres y salud (De la Cuesta, 1995). Estar saludable es estar contenta, feliz, sin dolores, optimista, con ánimos, estar aliviada. “Por ejemplo, yo me siento muy bien, con muchos ánimos, con muchas cosas positivas, cuando yo veo que las cosas me están saliendo bien, digamos pues que en mi trabajo, en mis compromisos, en todas las labores que tengo no existen problemas con nada ni con nadie, me siento plena”. Para ellas, la salud es un proceso social que tiene que ver con el sentir y las posibilidades de hacer cosas. Desde esta perspectiva, la salud abarca un conjunto de elementos necesarios para poder sentir bienestar y desempeñar un rol social. 2. Reconocer a la mujer como un ser integral. Una mirada totalizante de la mujer trasciende la mirada del cuerpo femenino como reproductor biológico, y lo ve como una persona con múltiples roles y con diferencias de género asignadas por la cultura. Diferencias que le han imprimido unas características específicas en cuanto a sus condiciones de vida y salud. Además, mira a la mujer no como un cuerpo que padece (paciente), sino

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