Perfil del cuidador informal del adulto mayor en Puerto Rico

27 perfil del cuidador informal del adultomayor en puerto rico intencionalmente. El cuidador debía dedicar al menos tres cuartas parte del día a la tarea del cuidado al paciente por mínimo de cuatro días a la semana. De igual forma, los participantes debían llevar al menos ocho semanas cumpliendo su rol como cuidador. Para recoger los datos de este estudio y para evaluar la calidad de vida de los participantes se utilizó WHOQOL-Bref: instrumento diseñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este instrumento está compuesto de 26 reactivos que se contestan en una escala tipo Likert con una valoración de cinco puntos. Las puntuaciones más elevadas señalan un mejor nivel de calidad de vida. Entre las dimensiones que mide este instrumento se encuentran: la salud física, en el cual se evalúa el nivel de funcionamiento físico en cuanto a energía; la forma en que el individuo manifiesta el dolor; la fatiga física; la calidad del sueño y la necesidad de consumo de medicamentos. Además, se les administró un cuestionario de datos sociodemográficos (Ávila y Vergara, 2014). La muestra estuvo conformada por 28 hombres y 99 mujeres. 5.5% de los participantes de este estudio era menor de 18 años; un 22% se encontraba entre las edades de 18 a 35 años; un 44.9% estaba en el rango de 36 a 59 años y un 27.6% superaba los 60 años. En cuanto a la preparación académica de los cuidadores se encontró que apenas un 12.5% de los cuidadores tenía estudios a nivel técnico o profesional. Mientras que un 66.9% tenía alguna relación conyugal, un 22.8% era soltero y un 10.3% estaba separado. Por otro lado, se halló relación estadísticamente significativa entre el género y tiempo que el cuidador dedica a cuidar. Se reflejó que la mayoría de los cuidadores de la muestra realizaba esta tarea por más de 12 horas al día y la mayoría de estos eran mujeres (Ávila y Vergara, 2014). Por otra parte, en lo relacionado a la calidad de vida, la investigación reflejó que los cuidadores reportaron un rendimiento reducido en las dimensiones de salud física, salud mental y relaciones sociales. En la dimensión de salud física el 81.1% de los participantes juzgó esta dimensión de manera negativa, mientras que, en lo que se refiere a salud psicológica, un 94.5% de los cuidadores también valoró de manera negativa esta dimensión. Lo que implica que los cuidadores percibieron que tanto la salud física como la psicológica fue afectada al realizar la tarea de cuidar a los pacientes con enfermedad crónica. Finalmente,

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=