Perfil del cuidador informal del adulto mayor en Puerto Rico

35 perfil del cuidador informal del adultomayor en puerto rico económica alguna por el cuidado. Mientras, esta investigación tuvo como criterios de exclusión: aquellos que fueran cuidadores que presentaran problemas auditivos y/o visuales severos y aquellos que tuviesen un adiestramiento profesional o técnico en cuidados de pacientes (Galindo- Vázquez et al., 2015). Los resultados sociodemográficos reflejaron que el rango de edad de los cuidadores estuvo entre los 18-79 años, mientras que el 65.5% eran féminas que reportaron haber alcanzado estudios de secundaria en un 38.3%. Un 54.5% de estos estaba casado. En lo relacionado con la consistencia interna mediante el uso de la versión del HADS en cuidadores primarios informales se mantuvo la estructura factorial de la versión original. La consistencia interna de la escala global mostró un índice adecuado de 0.83. Mientras, se obtuvo un alfa de Cronbach en la subescala de ansiedad de 0.82 y en la subescala de depresión de 0.78. En lo que se refiere a la validez externa por medio de correlaciones con medidas concurrentes se reflejaron correlaciones estadísticamente significativas entre el HADS y la escala de Zarit. La importancia de los resultados obtenidos es que se pudo evidenciar que los cuidadores primarios informales son una población que podría requerir atención psicosocial y la necesidad de desarrollar herramientas para autocuidarse y cuidar al paciente durante el proceso oncológico (Galindo-Vázquez et al., 2015). De forma similar, Corbalán, Hernández, Carré, Paul, Hernández y Marzo (2013) investigaron para conocer el perfil del cuidador y de los pacientes participantes de un programa de atención domiciliaria en Barcelona (ATDOM). También se examinaron los niveles de sobrecarga y las posibles patologías de los cuidadores. Para estos, se utilizaron los datos de la historia clínica de los participantes del programa. El estudio contó con 48 participantes. Se tomaron en cuenta datos sociodemográficos como la edad, sexo y parentesco, la patología del paciente (si tenía o no tenían demencia) y las posibles patologías del cuidador como ansiedad o depresión. Mientras que para medir la sobrecarga del cuidador se tuvieron en cuenta las puntuaciones obtenidas por los cuidadores en el Cuestionario Zarit, el cual mide la sobrecarga subjetiva, definida como las actitudes y reacciones emocionales ante la experiencia de cuidar. Para obtener los resultados se analizaron pruebas t Student, U -Mann

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